MAAP #234: Minería aurífera ilegal en el Parque Nacional Yapacana, incluyendo la cima del tepuy Yapacana (Amazonía venezolana)

Imagen 1. Deforestación ilegal por la minería aurífera (en rojo) en la cima del tepuy Yapacana. Datos: Planet.

En una serie de reportes anteriores, y en colaboración con SOS Orinoco, hemos mapeado la deforestación causada por la minería aurífera ilegal y sus repercusiones en el Parque Nacional Yapacana, situado en la Amazonía venezolana.

De manera crítica, parte de esta actividad minera ilegal ha estado ocurriendo en la cima del tepuy Yapacana (ver los círculos rojos en la Imagen 1).

Los tepuis son impresionantes montañas con forma de mesa que se encuentran en el norte de América del Sur. Son considerados sagrados por los grupos indígenas de la región del Escudo Guayanés; de hecho, la palabra tepuy significa «montaña» en la lengua indígena local (pemon).

En el 2022, publicamos un reporte urgente sobre la minería ilegal en la cima del tepuy Yapacana (MAAP #169). En este reporte, documentamos más de 400 puntos de campamentos mineros y maquinaria pesada, lo que indica una operación organizada y a gran escala que causó la deforestación de 8.8 hectáreas en la cima del tepuy.

Dada la importancia de este hallazgo, el Washington Post publicó un artículo de gran perfil sobre el tema, exponiendo aún más la gravedad de la minería ilegal en el tepuy.

En respuesta, el gobierno venezolano condujo una operación militar contra la actividad minera ilegal en el tepuy en diciembre de 2022.

A principios de 2024, informamos de que se habían retirado todos los campamentos y maquinarias mineras ilegales de la cima del tepuy (MAAP #207). De hecho, no detectamos ninguna deforestación adicional por minería en la cima del tepuy durante el 2024.

Sin embargo, ahora presentamos pruebas de que la actividad minera ilegal se ha reanudado en la cima del tepuy en 2025.

También mostramos la continua deforestación minera que rodea el tepuy en otras partes del Parque Nacional Yapacana. En el momento de la intervención del gobierno a finales de 2022, detectamos una deforestación acumulada por la minería de 2190 hectáreas en el parque, incluyendo grandes aumentos tanto en 2021 como en 2022 (MAAP #173). Esta deforestación por la minería se ha ralentizado, especialmente en 2024 y 2025, pero ya ha afectado a 2.240 hectáreas del parque.

Deforestación por la minería aurífera en el Parque Nacional Yapacana, 2020-2025

Figura 1. Deforestación minera en el Parque Nacional Yapacana. Datos: ACA/MAAP, NICFI

La Figura 1 presenta nuestros resultados digitalizados sobre la deforestación anual causada por la minería en todas las zonas mineras del Parque Nacional Yapacana, basados en un análisis de imágenes satelitales de alta resolución.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gráfico 1. Deforestación minera en el Parque Nacional Yapacana. Datos: ACA/MAAP

El Gráfico 1 muestra las tendencias observadas en los datos digitalizados del Parque Nacional Yapacana.

La línea naranja muestra la disminución de la deforestación minera anual tras los máximos detectados en 2021 y 2022. En ambos años se registraron más de 400 hectáreas de nueva deforestación minera, mientras que en 2024 solo fueron 37 hectáreas.

La línea roja muestra el aumento acumulativo de la deforestación minera desde la línea de base en 2020, antes de estabilizarse en 2024 y 2025, con un total actual de deforestación de 2,250 hectáreas.

 

 

 

 

 

Deforestación por la minería aurífera en la cima del tepuy Yapacana, 2020-2025

Figura 2. Deforestación minera en la cima del tepui Yapacana. Datos: ACA/MAAP, Planet, NICFI.

La Figura 2 presenta nuestros resultados digitalizados de la deforestación anual por la minería en la cima del tepuy Yapacana, basados en un análisis de imágenes satelitales de alta resolución.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gráfico 2. Deforestación minera en la cima del tepuy Yapacana. Datos: ACA/MAAP.

El Gráfico 2 muestra las tendencias observadas en los datos digitalizados sobre el tepuy Yapacana.

La línea naranja muestra la deforestación anual por minería de aproximadamente 2 hectáreas tanto en 2021 como en 2022, seguida de una notable disminución tras la intervención del gobierno a finales de 2022. De hecho, en 2024 no se detectó ninguna deforestación por minería, seguida de la reaparición que se detalla en este informe.

La línea roja muestra la deforestación minera acumulada que aumenta desde la línea de base en 2020 antes de estabilizarse en 2024 y 2025, con un total actual de deforestación de 9.3 hectáreas.

 

 

 

 

Eventos recientes de deforestación por la minería aurífera 2024-2025

Mapa Base. Los recuadros A-C indican la ubicación del análisis detallado que figura a continuación. Datos: ACA/MAAP, Planet, NICFI

En el Mapa Base, los Recuadros A-C indican las tres áreas con expansión minera aurífera documentada entre 2024 y 2025, según un análisis de imágenes satelitales de muy alta resolución.

A continuación, ofrecemos un examen más detallado de estas tres áreas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Minería aurífera ilegal en la cima del tepuy Yapacana

El recuadro A muestra la reciente deforestación por la minería aurífera de 0,09 hectáreas entre enero de 2024 (panel izquierdo) y agosto de 2025 (panel derecho), ubicada en la cima del tepuy Yapacana, en el Parque Nacional Yapacana. Aunque se trata de una pequeña expansión, indica el regreso de la minería ilegal en el tepuy.

Recuadro A. Deforestación por la minería aurífera en la cima del tepuy Yapacana. Datos: Planet, ACA/MAAP

Minería aurífera ilegal en el Parque Nacional Yapacana

El recuadro B muestra la reciente deforestación causada por la minería aurífera de 22.4 hectáreas entre marzo  de 2024 (panel izquierdo) y agosto de 2025 (panel derecho) en el Parque Nacional Yapacana, justo al norte del tepuy Yapacana. También hay indicios de maquinaria minera asociada a esta actividad.

Recuadro B. Deforestación por la minería aurífera en el Parque Nacional Yapacana. Datos: Planet, ACA/MAAP

El recuadro C muestra la reciente deforestación causada por la minería aurífera de 1,01 hectáreas entre marzo  de 2024 (panel izquierdo) y agosto de 2025 (panel derecho) en el Parque Nacional Yapacana, justo al norte del tepuy Yapacana.

Recuadro C. Deforestación causada por la minería aurífera en el Parque Nacional Yapacana. Datos: Planet, ACA/MAAP.

Implicaciones políticas

Foto de minería aurífera ilegal en el Parque Nacional Yapacana. Créditos: SOSOrinoco

La minería está estrictamente prohibida en todos los parques nacionales venezolanos. Esta protección legal es fundamental para la conservación de las áreas más biodiversas y ecológicamente significativas del país.

Además, la minería está explícitamente prohibida en Amazonas (estado en el que se encuentra el Parque Nacional Yapacana) por el Decreto Presidencial Nº 269 (1989). Este decreto se promulgó para salvaguardar los ecosistemas únicos y los territorios indígenas de la región, reconociendo su importancia mundial y nacional.

Para hacer cumplir estas prohibiciones legales, hay un puesto de mando permanente de la Guardia Nacional Bolivariana a la entrada del Parque Nacional Yapacana. La presencia de esta fuerza de seguridad plantea importantes interrogantes sobre la eficacia y la voluntad de las fuerzas del orden y el control real de las actividades dentro del parque.

Aunque la reciente deforestación minera en la cima del tepuy Yapacana en 2025 es cuantitativamente pequeña (0,09 hectáreas), pone de relieve la importancia de la detección y la respuesta tempranas, especialmente en zonas tan sensibles desde el punto de vista ecológico y cultural. El hecho de que esta renovada actividad se produzca en presencia de un puesto de mando permanente de la Guardia Nacional suscita serias preocupaciones sobre la eficacia de la aplicación de la ley y la capacidad real del Estado para prevenir las operaciones ilegales. También sugiere que no deben descartarse ni siquiera las incursiones mínimas, ya que pueden indicar el comienzo de un nuevo ciclo de degradación.

La distribución de combustible en la región está gestionada oficialmente por PDVSA (la empresa petrolera estatal) bajo estricta supervisión militar. Sin embargo, dada la condición de Amazonas como estado fronterizo con Colombia y Brasil, la gasolina también puede provenir de uno de ellos, muy probablemente de Colombia, debido a su proximidad. El transporte de combustible, ya sea venezolano o colombiano, requiere el uso de barcos o helicópteros, ambos muy visibles y sujetos a la vigilancia de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas. Este contexto sitúa a las Fuerzas Armadas en el centro de la dinámica logística que permite o impide la minería ilegal, ya que tanto el control aéreo como el suministro de combustible son esenciales para las operaciones mineras.

Estos hechos nos invitan a reflexionar críticamente sobre la desconexión entre los marcos legales y las realidades sobre el terreno. ¿Cómo es posible que la minería ilegal persista e incluso se expanda en zonas con una protección legal tan clara y una fuerte presencia de seguridad? ¿Cuáles son las implicaciones para la conservación, los derechos indígenas y el estado de derecho? Las respuestas a estas preguntas son cruciales para comprender los retos a los que se enfrentan las áreas protegidas en Venezuela y para diseñar estrategias más eficaces para abordarlos.

Toda esta situación pone de relieve la necesidad de establecer mecanismos para monitorear el tráfico ilegal de oro, tanto en sus puntos de salida fuera del país como en las rutas hacia los mercados donde se refina y se vende el oro.

Impactos sobre la biodiversidad

Foto del tepuy Yapacana. Crédito: SOSOrinoco

El tepuy Yapacana (Cerro Yapacana), una montaña de arenisca que se eleva a 1,345 metros sobre el nivel del mar en el cuadrante suroeste del Parque Nacional Yapacana (PNY), es una formación geomorfológica y ecológica única dentro de la Amazonía venezolana. El parque abarca un mosaico de paisajes, que incluye llanuras aluviales, penillanuras alteradas por la erosión y sabanas de arena blanca pobres en nutrientes, que albergan una vegetación altamente especializada con vínculos florísticos tanto con los paleotrópicos como con los neotrópicos. La montaña en sí misma alberga dos tipos distintos de bosques montanos —bosques submontanos siempreverdes en sus laderas y bosques nubosos en su cima— que albergan al menos ocho especies de plantas endémicas en peligro crítico de extinción. Estos ecosistemas forman parte del territorio ancestral de los pueblos arawako, huottüja (piaroa) y mako, que consideran el tepuy como un lugar sagrado (MARNR-ORSTOM 1988; Castillo y Salas 2007; SOSOrinoco 2019).

La minería aurífera ilegal se ha convertido en una grave amenaza para la integridad de estos ecosistemas, especialmente en la cima del cerro Yapacana, donde la deforestación provocada por los campamentos mineros y la maquinaria ha afectado directamente al frágil hábitat forestal. La destrucción de la vegetación de la cima no solo pone en peligro la flora endémica, sino que también altera los procesos ecológicos vitales para la supervivencia de especies como el pájaro hormiguero de Yapacana (Myrmeciza disjuncta) y la rana roja de Yapacana (Minyobates steyermarki), ambas exclusivas de este tepuy. La deforestación inducida por la minería en todo el parque ha alcanzado más de 2240 hectáreas, lo que amenaza la continuidad de la cubierta forestal, las sabanas y la conectividad ecológica esencial para la migración y la resiliencia de las especies (Huber 1995; Llamozas et al., 2003; Lentino, 2006; Señaris y Rivas, 2006).

La biodiversidad más amplia del Parque Nacional Yapacana también está en peligro, incluida su designación como Área Importante para las Aves (IBA) debido a la presencia de especies como Crax alector, Selenidera nattereri y aves migratorias como Dendroica striata. El parque alberga más de 260 especies de aves, junto con 51 reptiles y 29 anfibios (Lentino, 2006; Señaris y Rivas, 2006). La minería ilegal no solo degrada estos hábitats, sino que también introduce contaminantes y perturbaciones humanas, lo que socava los esfuerzos de conservación y amenaza la supervivencia de especies con áreas de distribución restringidas y requisitos ecológicos especializados. Se necesitan medidas urgentes y sostenidas para detener una mayor degradación y salvaguardar la excepcional biodiversidad del Cerro Yapacana y sus ecosistemas circundantes (SOSOrinoco, 2019).

Agradecimientos

Agradecemos a la organización SOSOrinoco por la importante información y los comentarios a este reporte.

Este reporte forma parte de una serie centrada en la minería aurífera en la Amazonía, con el apoyo de la Fundación Gordon y Betty Moore.

MAAP #233: Situación actual de Minería de Oro en la Amazonía Peruana

Mapa base. Zonas de actividad minería aurífera en la Amazonia peruana.

La minería de oro en la Amazonía peruana ha tenido un crecimiento importante en los últimos años; en especial posterior a eventos claves como el Operativo Mercurio, una intervención multisectorial contra la minería ilegal que fue realizada a inicios del año 2019 y tuvo su principal impacto en zonas críticas de minería ilegal en la región Madre de Dios como es el sector de La Pampa. Además, la pandemia del COVID-19 tuvo un impacto considerable en la expansión de la minería ilegal en el Perú, donde el retiro de la vigilancia policial en zonas aledañas a La Pampa ha contribuido a la expansión de áreas mineras en este sector (Vadillo, 2022).

Este incremento, vinculado directamente a los precios internacionales del oro, ha generado el surgimiento de nuevos frentes de deforestación e invasión de cuerpos de agua para la ocurrencia de la actividad minera de oro. El presente reporte muestra las principales zonas de minería de oro tanto en ecosistemas terrestres como en cuerpos de agua en la Amazonía Peruana. 

La actividad minera de oro en la Amazonía Peruana se ha extendido a nueve regiones del Perú: Amazonas, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Loreto, Madre de Dios, Pasco, Puno y Ucayali. En el monitoreo de esta actividad minera, se ha incluido la identificación de zonas deforestadas por minería e infraestructuras mineras (ej: dragas, peque-dragas, chutes, entre otros) en ríos amazónicos.

Hasta mediados del año 2025, la deforestación por minería de oro ha alcanzado una extensión de 139,169 hectáreas en el Perú, donde la región Madre de Dios ha concentrado la mayor parte de esta deforestación (97.5% del total). Además, las regiones Huánuco y Puno han presentado valores considerables de deforestación por minería, donde se identificaron 1,262 y 1,014 hectáreas de deforestación, respectivamente.

Asimismo, el uso de diferentes infraestructuras mineras se ha extendido a los ríos de varias regiones, principalmente en el sector norte del Perú. Las regiones Loreto y Amazonas son las regiones que han presentado el mayor número de infraestructuras mineras en sus ríos amazónicos, donde  se identificaron 989 y 174 dragas mineras para el periodo 2017 – 2025, respectivamente. 

Por otro lado, la actividad minera de oro ha ocasionado una afectación de cuerpos de agua debido a la presencia de infraestructuras mineras y/o de deforestación por minería en zonas aledañas a estos cuerpos de agua. En total, se estima una afectación de 225 cuerpos de agua (ríos y quebradas) en la Amazonía Peruana por la actividad minera de oro.

A continuación, presentamos los resultados de este reporte en tres secciones, las cuales agrupan las regiones con presencia de minería de oro: Sector Norte (Amazonas, Cajamarca y Loreto), Sector Centro (Huánuco, Pasco y Ucayali), y Sector Sur (Cusco, Madre de Dios y Puno). En cada sección, se presentan las áreas deforestadas por minería de oro y ríos afectados por infraestructuras mineras.

Mapa base. Datos: ACA, ACCA, CINCIA, FEMA, SZF, IBC, SERNANP, Mapbiomas Perú

Sector Norte de la Amazonía Peruana

La minería de oro se ha extendido en las regiones Amazonas, Cajamarca y Loreto, donde se han registrado distintas zonas de actividad minera, así como la presencia de infraestructuras mineras, específicamente dragas mineras, en diferentes ríos de estas regiones (Figura 1).

En este sector, se ha registrado un área total de 491 hectáreas deforestadas por minería distribuido en las tres regiones mencionadas. Estas zonas mineras para la extracción de oro se ubican próximas a cuerpos de agua y, en algunos casos, están al interior de comunidades Indígenas en estas regiones. 

Las áreas deforestadas por minería de oro se han localizado principalmente en zonas aledañas a ríos en este sector. En la región Cajamarca, la deforestación por minería se ha localizado a lo largo del río Chinchipe. Por otro lado, la deforestación por minería en las regiones Amazonas y Loreto se ha identificado en zonas aledañas al río Marañón.

Figura 1. Actividad minera aurífera en la Amazonía Peruana – Sector Norte. Datos: ACCA, FEMA, SZF, IBC, SERNANP
Figura 1a. Deforestación por minería de oro en la quebrada Sawintsa, región Amazonas. Datos: ACCA, Maxar

Además, se resalta la presencia de zonas deforestadas por minería cerca a la frontera con Ecuador para las regiones Amazonas y Cajamarca.

En septiembre de 2024, se identificaron nuevos registros de zonas deforestadas por minera en la quebrada Sawintsa de la región Amazonas (Figura 1a), la cual se ubica en la frontera con Ecuador y ha tenido un incremento de la actividad minera en los últimos meses.

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 1b. Dragas mineras identificadas en el río Nanay (Loreto). Datos: Planet, ACCA

La presencia de infraestructuras mineras para la extracción de oro se ha extendido a diferentes ríos amazónicos en el sector norte, donde se han identificado dragas mineras en 14 ríos diferentes. La región Loreto es la región más impactada por la actividad minera aurífera, donde se han identificado un total de 989 dragas mineras entre los años 2017 – 2025. 

El río Nanay, ubicado en la región Loreto, y los ríos Cenepa y Santiago, ubicados en la región Amazonas, son los ríos amazónicos más impactados por la actividad minera de oro en el sector norte debido al alto número de dragas mineras identificadas en estos ríos. A lo largo del río Nanay, se han identificado 841 dragas mineras en el periodo 2017 – 2025, de las cuales 275 dragas mineras (32% del total) se han identificado en el año 2025. Además, la operación de las dragas mineras en el río Nanay se ha localizado en comunidades indígenas así como en el Área de Conservación Regional Alto Nanay – Pintuyacu – Chambira (Figura 1b).

Por otro lado, la presencia de dragas mineras en los ríos Cenepa y Santiago se ha ido incrementando en los últimos años, donde se han registrado 137 y 51 dragas mineras entre los años 2022 – 2025, respectivamente. Asimismo, la actividad minera de oro mediante el uso de dragas mineras se han localizado en zonas aledañas a comunidades indígenas en la región Amazonas.

Sector Centro de la Amazonía Peruana

La minería de oro en el sector centro se ha extendido en las regiones Huánuco, Pasco y Ucayali, en las cuales se han registrado deforestación por actividad minera e infraestructuras mineras en ríos de estas regiones (Figura 2).

En el sector centro, se ha registrado una área total de 1,320 ha de áreas deforestadas por minería en las tres regiones mencionadas. Estas áreas mineras se han identificado en zonas aledañas a ríos y quebradas en estas regiones. Además, la deforestación por minería de oro se ha localizado en comunidades Indígenas, en el Área de Conservación Regional Bosque Montano de Carpish, y en la zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal El Sira. 

Figura 2. Actividad minera aurífera en la Amazonía Peruana – Sector Centro. Datos: ACCA
Figura 2a. Deforestación por minería de oro en la provincia de Puerto Inca, región Huánuco. Datos: Maxar, ACCA

La región Huánuco es la región más impactada por la deforestación por minería en este sector, la cual se ha expandido principalmente en áreas aledañas a los ríos Pachitea, Yuyapichis, Negro, y a la quebrada Pintuyacu.

La mayor parte de la deforestación por minería se ha localizado en la provincia de Puerto Inca (Figura 2a), la cual concentra el 97% del total de áreas deforestadas por minería en la región Huánuco.

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 2b. Deforestación por minería de oro aledaño al río Chinchihuani, región Pasco. Datos: Maxar, ACCA

En la región Pasco, la deforestación por minería de oro se ha registrado a lo largo del río Chinchihuani desde agosto de 2024 (Figura 2b).

Estas áreas deforestadas representan los primeros registros de minería de oro en esta región, y han sido identificadas en concesiones mineras en trámite.

Por otro lado, la minería de oro en la región Ucayali se ha localizado en quebradas aledañas al río Abujao, donde se registran zonas deforestadas por la actividad minera.

 

 

 

 

 

 

 

Figura 2c. Dragas mineras ubicadas en el río Aguaytía, región Ucayali. Datos: Maxar, ACCA

Con respecto a la infraestructura minera en el sector centro, se han tenido registros de dragas mineras en el río Aguaytía, en la región Ucayali.

Estos registros de dragas mineras se han identificado desde mediados de 2024 (Figura 2c), los cuales se han localizado principalmente en sectores aledaños a la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Cordillera Azul.

En total, se han identificado 26 dragas mineras en este río durante los años 2024 – 2025.

 

 

 

 

 

 

 

Sector Sur de la Amazonía Peruana

La minería de oro se ha extendido en las regiones Cusco, Madre de Dios y Puno, donde se ha registrado principalmente deforestación por minería de oro en diferentes sectores de estas regiones (Figura 3).

Este sector ha presentado un área total de 137,558 ha deforestadas por minería ubicadas en las regiones mencionadas. A comparación con los otros dos sectores, el sector sur es el sector más impactado por la actividad minera de oro, la cual representa el 98.7% del total de deforestación por minería en el Perú. Además, la actividad minera en este sector habría iniciado en la región Madre de Dios, donde se registraron indicios de actividad minera a partir del año 1984. Esta situación representa una pérdida importante de bosques amazónicos en las regiones de este sector, así como el impacto en los ecosistemas terrestres y cuerpos de agua aledaños a la actividad minera.

Figura 3. Actividad minera aurífera en la Amazonía Peruana – Sector Sur. Datos: ACA, ACCA, CINCIA, Mapbiomas Perú, AMW
Figura 3a.  Deforestación minera en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata. Datos: Planet

La región Madre de Dios es la región con la mayor extensión de deforestación por minería de oro en el país, la cual concentra el 97.5% del total de deforestación por minería.

Hasta el año 2025, se ha registrado un área total de 135,939 ha de deforestación por minería en esta región.

Además, la deforestación por minería en Madre de Dios se ha extendido al interior de comunidades Indígenas y de las zonas de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata (Figura 3a) y la Reserva Comunal Amarakaeri.

 

 

 

 

 

 

Figura 3b. Deforestación por minería oro en la Concesión para Conservación Camanti Sostenible. Datos: Maxar

Para la región Cusco, la deforestación por minería de oro se ha extendido a diferentes sectores cercanos a los ríos Araza y Nusiniscato, así como a quebradas aledañas a estos ríos.

Además, parte de la deforestación por minería se ha extendido al interior de la zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal Amarakaeri y en la Concesión para Conservación Camanti Sostenible (Figura 3b). 

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 3c. Deforestación por minería de oro aledaño al río Huari Huari. Fuente: ACCA, Maxar

Por otro lado, la región Puno ha presentado deforestación por minería en zonas cercanas a los ríos Inambari y Huari Huari, así como en quebradas aledañas a estos ríos (Figura 3c).

Asimismo, parte de la deforestación por minería de oro se encuentra ubicada en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene.

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 3d. Tracas en pozas mineras en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata. Fuente: Planet

Respecto a las infraestructuras mineras en este sector, el uso de infraestructuras se ha extendido principalmente en las zonas mineras de la región Madre de Dios.

En esta región, se utilizan diferentes tipos de infraestructuras mineras para la extracción de oro, donde se incluyen el uso de tracas, chutes, minidragas y balsas mineras (ACCA, 2022).

Para el año 2025, se han identificado 2,052 infraestructuras mineras en zonas mineras en la región Madre de Dios, donde se incluyen tracas, dragas, entre otros (Figura 3d). 

 

 

 

 

 

 

Recomendaciones para la minería aurífera actual en el Perú

La minería aurífera en el Perú representa uno de los mayores desafíos socioambientales del país. La expansión de la minería ilegal e informal ha generado impactos graves en los bosques amazónicos, los ríos y las comunidades locales (Arana Cardó, M, 2024) . Frente a ello, se presentan cinco propuestas orientadas a fortalecer la formalización de la MAPE (Pequeña Minería y la Minería Artesanal), mejorar la trazabilidad del oro y reforzar la fiscalización estatal tanto en la nueva Ley de Formalización y Promoción de la MAPE como en la normativa actual sobre el tema.

1. Implementar un sistema efectivo de trazabilidad del oro que vincule producción, comercialización y exportación

Foto: ACCA

Actualmente, el Registro Especial de Comercializadores y Procesadores de Oro, creado a partir de la Resolución Ministerial Nº 249-2012-MEM-DM, carece de mecanismos efectivos de cruce de información.

Por lo tanto, se recomienda consolidar un sistema integral de trazabilidad que abarque no solo a productores, comercializadores, procesadores y exportadores, incluyendo la industria de joyería, sino también el control de insumos críticos como el mercurio y combustibles, a fin de garantizar cadenas de suministro libres de contaminación y actividades ilegales.

Este sistema debe integrar controles digitales en tiempo real, cruzar información entre lo declarado como producción y lo efectivamente comercializado, impedir la salida de oro ilegal bajo la forma de joyería y alinearse con las exigencias internacionales de debida diligencia.

 

2. Fortalecimiento de la Ley MAPE y depuración rigurosa del REINFO

Foto: ACCA

La normativa sobre pequeña minería y minería artesanal debe establecer categorías claras basadas en producción y tecnología, diferenciando el proceso de formalización (dirigido a mineros preexistentes en situación informal y que contempla medidas escalonadas y apoyo técnico) del proceso ordinario de otorgamiento de permisos, que exige el cumplimiento pleno de requisitos ambientales y técnicos para nuevos proyectos.

La nueva Ley MAPE (Pequeña Minería y la Minería Artesanal) debe incorporar incentivos reales para la formalización y para la adopción de prácticas sostenibles, mecanismos eficaces de fiscalización y la delimitación de zonas exclusivas para la actividad formalizada, excluyendo Áreas Naturales Protegidas, reservas indígenas, cuerpos de agua y patrimonio cultural.

Adicionalmente, esta nueva normativa debe establecer la obligatoriedad de la debida diligencia en la cadena de valor del oro, vinculando el proceso de formalización con la implementación de un sistema de trazabilidad. De este modo, los mineros formalizados no solo deberán cumplir con los requisitos legales básicos, sino también garantizar que su producción esté libre de insumos ilegales como el mercurio, respondiendo a estándares internacionales de transparencia y sostenibilidad.

Asimismo, frente a la prórroga otorgada hasta el 31 de diciembre de 2025, en el Decreto Supremo Nº 012-2025-EM, resulta indispensable que el Estado ejecute de manera estricta la depuración del REINFO (Registro Integral de Formalización Minera), retirando definitivamente a quienes no cumplan con los requisitos mínimos establecidas en la Ley N° 32213 y su reglamento, conforme indica su actualización a través del Decreto Supremo N.° 009-2025-EM. Además, se debe evaluar mecanismos sancionadores proporcionales que desincentiven el uso indebido del REINFO. Solo así se evitará que este registro continúe siendo utilizado como un escudo de impunidad frente a la acción del Ministerio Público y la Policía Nacional, y se garantizará que la formalización se traduzca en un cambio efectivo de prácticas mineras.

3. Establecer obligaciones ambientales desde el inicio de la formalización minera y asegurar su fiscalización

Foto: ACCA

La normativa debe establecer que toda actividad de pequeña minería y minería artesanal debe estar sujeta a obligaciones ambientales respectivas, desde el primer acto de formalización, a fin de asegurar una fiscalización temprana y efectiva. Durante dicho proceso, las operaciones deben ser fiscalizadas de manera general y aleatoria por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERGMIN), y la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL). Asimismo, se deben aplicar sanciones administrativas y penales a las autoridades responsables que incumplan con su deber de fiscalización.

De manera complementaria, se debe promover y avanzar con la zonificación forestal, conforme a lo establecido en la Ley Forestal (Ley N° 29763), con énfasis en las regiones amazónicas del Perú. Esta debe integrarse en el proceso de formalización minera y convertirse en un requisito formal para otorgar permisos. La integración de la zonificación permitirá prevenir que nuevos títulos habilitantes se otorguen en bosques prioritarios para conservación, reduciendo la deforestación y el uso inadecuado de los bosques al orientar la minería hacia zonas de menor impacto y prohibirla en áreas críticas. Ello implicaría que las autoridades de formalización minera consulten los mapas de zonificación desde el inicio. Es decir, el solicitante deberá incluir la categoría de zonificación forestal de su parcela y demostrar su compatibilidad antes de la emisión de un título habilitante.

4. Fortalecer la supervisión de la MAPE a nivel regional mediante convenios interinstitucionales

Foto: ACCA

Se propone la suscripción de convenios entre el OEFA y los gobiernos regionales amazónicos, acompañados de apoyo técnico y equipos tecnológicos para fiscalizar en tiempo real las operaciones en zonas remotas.

Además, siguiendo lineamientos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se recomienda la conformación de equipos multidisciplinarios especializados que acompañen supervisiones en campo, contribuyendo a cerrar brechas de capacidad y asegurar la eficacia del control ambiental en territorios críticos.

 

 

 

 

 

 

5. Promover tecnologías limpias y prohibir progresivamente el uso de mercurio al 2030.

Foto: ACCA

En cumplimiento del Convenio de Minamata, el Perú debe adoptar una política de eliminación progresiva del mercurio en la minería aurífera.

Para ello, se recomienda facilitar el acceso de los mineros a tecnologías limpias mediante créditos blandos, subsidios o beneficios tributarios, garantizando procesos más seguros para el ambiente y la salud pública, de modo que la transición tecnológica incremente la recuperación de oro y reduzca los impactos sobre ríos y comunidades locales. 

No obstante, esta política debe ir acompañada de metas específicas para la protección de los recursos forestales, así como de sanciones más estrictas frente a quienes continúen utilizando mercurio y generando deforestación, de manera que se garantice una verdadera protección ambiental y de la salud pública.

Además, dichas metas deben incorporarse expresamente en el Plan de Acción Nacional del Convenio de Minamata, asegurando su implementación efectiva y articulada en el territorio.

 

Metodología

La identificación de deforestación por minería de oro se basó en la interpretación visual de imágenes satelitales de alta y muy alta resolución disponibles en las plataformas Planet, Maxar y Google Earth Pro para las regiones Amazonas, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Loreto, Pasco, Puno y Ucayali. Para lo cual, se realizó una revisión preliminar de mapas y plataformas relacionadas a la detección de minería en el Perú (Sistema de Detección Temprana y Vigilancia Ambiental del Ministerio del Ambiente del Perú, Amazon Mining Watch y Mapbiomas Perú) con la finalidad de ubicar potenciales zonas mineras. Además, se recopilaron reportes y artículos periodísticos relacionados a la minería de oro en diferentes regiones del país para la ubicación de áreas mineras, así como comunicaciones directas de representantes de diferentes instituciones sobre indicios de actividad minera a nivel local. A partir de estos procesos preliminares, se realizó la identificación de deforestación por minería de oro mediante el uso de imágenes satelitales. Asimismo, se realizó el monitoreo de la deforestación por minería identificada utilizando los mosaicos mensuales de Planet NICFI (resolución espacial de 4.7 m) para un seguimiento de la expansión de la deforestación por minería y la identificación de nuevas áreas mineras aledañas. 

La identificación de deforestación por minería de oro en la región de Madre de Dios  utilizó la información de deforestación histórica por minería  generada por el Centro de Innovación Científica Amazónica (CINCIA) para los años 1984 – 2019,  por Mapbiomas Perú para el año 2020, y por Amazon Conservation (ACA) para el periodo Enero 2021 – Marzo 2024. Luego, se utilizó el algoritmo LandTrendR para la identificación de pérdida de bosque en mosaicos mensuales de Planet NICFI para el periodo Abril 2024 – Julio 2025. Posteriormente, se realizó una revisión manual para la identificación de la pérdida de bosque por minería de oro y otras causas.

La identificación de infraestructuras mineras se basó en la interpretación visual de imágenes satelitales de muy alta resolución disponibles en las plataformas Planet , Maxar y Google Earth Pro para diferentes ríos amazónicos y áreas mineras en el Perú. Además, se incluyeron reportes confidenciales y comunicaciones directas de diferentes instituciones sobre la presencia de infraestructuras mineras en ríos amazónicos.

Anexo

Anexo 1. Cuadro resumen – Actividad de minería de oro en la Amazonía peruana

*La afectación de ríos y quebradas considera la presencia de infraestructuras mineras dentro de estos cuerpos de agua y/o la presencia de zonas mineras de oro aledañas a estos cuerpos de agua.

Referencias

Arana Cardó, M. (2024). Minería ilegal en la Amazonía peruana: Informe sobre las actividades mineras en las regiones amazónicas de Loreto, San Martín, Amazonas, Ucayali, Madre de Dios y Huánuco. Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible Perú (FCDS). https://fcds.org.pe/wpcontent/uploads/2024/07/Resumen_Ejecutivo_informe_mineria_compressed-1.pdf

Conservación Amazónica (ACCA), Proyecto Prevenir – USAID. (2022). Estimación de la población minera informal e ilegal en el departamento de Madre de Dios, a partir del uso de imágenes satelitales sub métricas. https://repositorio.profonanpe.org.pe/handle/20.500.14150/2744

Delfino, E. (20 de julio de 2025). Minería ilegal en Perú: “Hay una presión internacional por el oro y los principales países consumidores no realizan una debida diligencia respecto al origen” | ENTREVISTA. Mongabay. https://es.mongabay.com/2025/07/mineria-ilegal-peru-oro-amazonia-contaminacion/

OCDE (2016). OECD Due Diligence Guidance for Responsible Supply Chains of Minerals from Conflict-Affected and High-Risk Areas: Third Edition. OECD Publishing. https://doi.org/10.1787/9789264252479-en.

Vadillo Vila, J. (2022). La minería ilegal y su impacto en tiempos de pandemia. Diario El Peruano. https://elperuano.pe/noticia/170967-la-mineria-ilegal-hoy

Zapata Perez, M., Arana Cardo, M., Ramires Valle, D., Castro Sánchez-Moreno, M., Garay Tapia, K., Rivadeneyra Tello, G., Vega Ruiz, C. y Cabanillas Vasquez, F. (2025). 10 propuestas para la formalización efectiva de la pequeña minería y minería artesanal. Observatorio de Minería Ilegal. https://www.observatoriomineriailegal.org.pe/wp-content/uploads/2025/05/10_propuestas_ley_MAPE_020525.pdf

Agradecimientos

Este informe es parte de una serie enfocada en la minería de oro en la Amazonía peruana, a través de una colaboración estratégica entre las organizaciones Amazon Conservation y Conservación Amazónica – ACCA, con el apoyo de la Fundación Gordon y Betty Moore.  

 

Cita

Pacsi R, Novoa S, Yupanqui O, Quispe M, La Torre S, Balbuena H, Huamán B, Valdivia G, Castañeda C, Soria M, Finer M, Santana A (2025) Situación actual de Minería de Oro en la Amazonía Peruana. MAAP: 233.

MAAP #228: La Minería Ilegal en los Ríos Puré y Cotuhé en la Amazonía Colombiana

Mapa Base. Zonas de minería ilegal en la Amazonía colombiana, los ríos Puré y Cotuhé.

La minería ilegal representa un desafío de sostenibilidad ambiental, gobernabilidad, y seguridad para los países de la región Amazónica. El alto precio del oro en el mercado internacional ha impulsado el crecimiento de esta actividad, en combinación con otros factores como la falta de alternativas económicas, la presencia de grupos al margen de la ley, la corrupción, y la falta de acción gubernamental eficaz.

En la Amazonía, la minería ilegal ha generado deforestación masiva (MAAP #226), contaminación de fuentes hídricas por el uso de mercurio, y expansión de economías ilícitas, con el oro convirtiéndose en una fuente clave de financiamiento para grupos armados organizados (Nota 1).

En una serie de reportes, MAAP ha detallado e ilustrado casos de minería ilegal en muchas partes de la Amazonía, incluidos Perú, Ecuador, Brasil, y Venezuela. Estos informes incluyen casos que han provocado deforestación en la tierra o contaminación en los ríos.

En el presente reporte, nos enfocamos en el noroeste de la Amazonía, específicamente en la región de la triple frontera entre Colombia, Brasil, y Perú (ver Mapa Base).

En dicha zona, las actividades de minería ilegal impactan varios ríos que conectan estos países: los ríos Puré, Cotuhé, Caquetá, Amazonas, Apaporis, Putumayo en territorio colombiano, así como los ríos Napo, Curaray, Putumayo, Yaguas, Nanay, y Mazán del lado peruano, y Puruí y Japurá en territorio brasileño.

Aunque no causa deforestación, esta actividad minera impacta directamente los ríos y la biodiversidad con la utilización de dragas y mercurio. Esta contaminación por mercurio se propaga por la cadena alimentar, acumulando en especies consumidas por la población local, perjudicando a su salud. Este tipo de minería es capaz de extraer hasta tres kilogramos de oro al mes (Nota 2), esto equivale a unos 275.000 USD mensuales que representan más de 1.100 millones de pesos colombianos (Nota 3).

Específicamente, este reporte examina la situación actual en los ríos Puré y Cotuhé, en sus tramos en el sureste de la Amazonía colombiana (ver Mapa Base). Estos ríos se encuentran en el departamento de Amazonas, a lo largo de las fronteras de Brasil y Perú.

En ambos casos, analizamos dichos tramos con una combinación de imágenes satelitales de muy alta resolución (0.5 metros, Planet/Skysat) y fotografías de sobrevuelo (Fuente: Alianza Amazónica para la Reducción de los Impactos de la Minería de Oro (AARIMO), en el marco del proyecto de colaboración entre las organizaciones Amazon Conservation y FCDS (Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible).

Este reporte se realizó en colaboración con nuestro socio colombiano, la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) y con el apoyo financiero de la Fundación Overbrook y la Fundación Gordon y Betty Moore.

Detección de actividad minera en el Río Puré

El Río Puré atraviesa el núcleo del Parque Nacional Natural Río Puré en el sureste de la Amazonía colombiana (ver Mapa Base). 

Esta área protegida, en adición de su extraordinaria biodiversidad y altos niveles de carbono, también tiene un rol como fuente de alimento para las comunidades indígenas y es reconocido como hogar de pueblos indígenas en aislamiento voluntario, entre ellos los Yurí–Passé, cuya alta vulnerabilidad ha sido ampliamente reconocida a nivel internacional. 

Esta área protegida presenta presiones y amenazas asociadas principalmente a las actividades mineras por aluvión, la cual se está realizando con mayor frecuencia en el cauce del río Puré desde la zona fronteriza con Brasil. Los impactos que deja esta actividad son la contaminación por mercurio en agua y peces, destrucción de hábitats y ecosistemas acuáticos, cacería, tala y afectación de la seguridad alimentaria y del medio en donde habitan las comunidades en condición de aislamiento voluntario.

A pesar de las intervenciones por parte del Estado Colombiano y del constante monitoreo con organizaciones, las actividades mineras continúan, con mayor intensidad en la época donde el caudal del río es más bajo. Analizando una imagen Skysat de noviembre del 2024, encontramos 29 dragas a lo largo del curso del río Puré (ver puntos rojos en la Figura 1). Las Figuras 1J-L muestran ejemplos de estos hallazgos. En otras imagenes Skysat de marzo y abril del 2025, identificamos 27 dragas (ver puntos amarillos en la Figura 1).

Figura 1. Hallazgos de actividad minera en el Río Puré. Datos: Amazon Conservation/MAAP, FCDS.

Fotos de sobrevuelo – Río Puré

Las siguientes fotos (que corresponden a los puntos 1-3 en la Figura 1) fueron tomadas de un sobrevuelo de baja altitud realizado por FCDS en septiembre del 2024. Esta resolución adicional proporciona información adicional sobre los métodos de minería y sus impactos. (Fuente: AARIMO 2024)

Punto 1

Foto de sobrevuelo. Punto 1. Draga de techo verde, con Starlink. Datos: FCDS.
Foto de sobrevuelo. Punto 1. Draga de techo verde, con Starlink. Datos: FCDS.

Punto 2

Foto de sobrevuelo. Punto 2. Tres dragas con planchones y deslizadores. Datos: FCDS.
Foto de sobrevuelo. Punto 2. Tres dragas con planchones y deslizadores. Datos: FCDS.

Punto 3

Foto de sobrevuelo. Punto 3. Dragas y deslizadores. Datos: FCDS.

Detección de actividad minera en el Río Cotuhé

El río Cotuhé delimita el norte del Parque Nacional Natural Amacayacu (ver Mapa Base) y pasa por el Resguardo Indígena Cotuhé Putumayo (ver Figura 2), en el Trapecio Amazónico Colombiano, en las fronteras con Perú y Brasil. Analizando una imagen Skysat del 30 de noviembre de 2024, encontramos 5 dragas (Figura 2). Las Figuras 2A-D muestran ejemplos de estos hallazgos. 

Figura 2. Hallazgos de actividad minera en el Río Cotuhé. Datos: Amazon Conservation/MAAP, FCDS.

Fotos de sobrevuelo – Río Cotuhé

Las siguientes fotos (que corresponden a los puntos 4-5 en la Figura 2) fueron tomadas de un sobrevuelo de baja altitud realizado por la AARIMO en septiembre del 2024. (Fuente: AARIMO 2024)

Punto 4

Foto de sobrevuelo. Punto 4. Draga en funcionamiento con antena de Starlink. Datos: FCDS
Foto de sobrevuelo. Punto 5. Draga. Datos: FCDS

Implicaciones políticas

Los eventos de minería ilegal aquí analizados se están presentando al interior de dos áreas protegidas de Parques Nacionales Naturales de Colombia, el PNN Río Puré y el PNN Amacayacu, en donde el uso no debería estar destinado a las operaciones mineras de ningún tipo ya que se allí habitan especies de alta importancia en biodiversidad, comunidades Indígenas en condición de aislamiento voluntario y comunidades Indígenas locales que dependen de los recursos naturales para su supervivencia, poniendo en riesgosu seguridad alimentaria.

Un factor importante que ha intensificado la actividad minera en la zona ha sido la importante tendencia al alza del precio del oro. En enero de 2008, la onza de oro se cotizaba alrededor de USD 812. Para julio de 2024, este valor alcanzó los USD 2.514, lo que representa un incremento de más del 200% en ese período.  Además, las políticas arancelarias recientes han impulsado aún más la demanda de oro (GoldMarket, 2024). Por ejemplo, en febrero de 2025, el oro alcanzó nuevos máximos, acercándose a los USD 3.000 por onza, sustancialmente impulsado por las compras de bancos centrales (El País, 2025a).

Si bien con la Ley 1658 del 2013, se inició la prohibición del uso del mercurio en Colombia, solo hasta el 2023 fue posible su prohibición total. Esta prohibición incluye los procesos de importación y exportación de mercurio desde y hacia el territorio nacional. Sin embargo, a pesar de la prohibición en territorio colombiano, este elemento es utilizado en cantidades considerables para la extracción ilegal de oro en las zonas de fronteras, como las observadas en el presente informe. Así, Colombia, Brasil y Perú tienen un reto muy grande frente al cumplimiento de la Ley, ya que los controles de la comercialización y uso de este elemento en zonas de frontera son muy complejos por tratarse de áreas de difícil acceso.

De manera general, se ha observado una correlación entre el otorgamiento de concesiones mineras en áreas transfronterizas con el aumento de la minería informal en la subregión amazónica. Por ejemplo, en el caso del PNN Río Puré, se ha incrementado la presencia de balsas mineras al interior de áreas protegidas, las cuales ingresan por el río Puré desde el lado brasilero, en donde se evidencia gran cantidad de concesiones mineras formales.

El reto del país consiste, entonces, en fortalecer las capacidades operativas y articular acciones entre los tres países en frontera (Colombia, Perú y Brasil) para combatir los delitos ambientales asociados a la minería ilegal. Estas operaciones deben ser efectivas y no generar acción con daño a las comunidades locales y pueblos indígenas en aislamiento voluntario que allí habitan, ya que esto agrava el conflicto interno en el que se encuentra Colombia.

Notas

1 Ministerio de Minas y Energía, 2023

2 Ebus & Pedroso, 2023

3 Bullion Vault, 2025

Agradecimientos

Este reporte se realizó en colaboración con nuestro socio colombiano, la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) y con el apoyo financiero de la Fundación Overbrook y la Fundación Gordon y Betty Moore.

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MAAP #227: Minería en la Amazonía Ecuatoriana – Sector Norte

Mapa Base. Deforestación por minería de oro en la Amazonía ecuatoriana. Datos: AMW, RAISG

En un reporte reciente (MAAP #226), presentamos los datos de Amazon Mining Watch (AMW), una colaboración entre Amazon Conservation, Earth Genome y el Pulitzer Center. Este recurso público utiliza la IA (inteligencia artificial) para detectar la deforestación por minería aurífera en toda la Amazonía, a partir del año 2018.

El Mapa Base ilustra los datos actuales, destacando la deforestación por minería más reciente (2019-2024) en rojo. Nótese la concentración de nueva actividad minera en la parte occidental de la Amazonía ecuatoriana, a lo largo de la transición con la Cordillera de los Andes.

Este es el primero de una serie de informes que detallarán la minería aurífera en estas zonas. En el presente reporte, enfocamos la deforestación por minería en el sector norte, alrededor de la Reserva Ecológica Cofán Bermejo. 

La Reserva Ecológica Cofán Bermejo fue una de las áreas protegidas mejor conservada en la provincia de Sucumbios hasta aproximadamente el año 2020. A partir de esta fecha, se empezó a registrar una rápida expansión de la minería de oro en la zona de amortiguamiento en el margen suroriental de la reserva.

La gran mayoría de esta actividad se identifica como minería ilegal, por realizarse fuera de áreas designadas para la actividad minera, o por el desarrollo de actividades en áreas concesionadas sin contar con las autorizaciones correspondientes. La expansión de minería ilegal de oro en este sector es promovida por grupos criminales ubicados en la frontera con Colombia (Nota 1).

 

Minería en la Amazonía Ecuatoriana – Sector Norte

Mapa 1. Minería al margen de la Reserva Ecológica Cofán – Bermejo. Datos: AMW, ACA/MAAP; MAATE; NCI, Planet.

En el reporte MAAP #186 se realizó un análisis de actividad minera al margen de la Reserva Ecológica Cofán Bermejo, localizada al norte de la Amazonía Ecuatoriana, en la provincia de Sucumbíos. En esta actualización, además de identificar nuevas áreas afectadas por minería en los alrededores de la reserva, ampliamos el análisis hacia el suroriente de dicha zona.

Esta ampliación incorpora nuevas áreas clave para la conservación, como lo son: el Bosque Protector El Bermejo y el Área de Conservación Municipal y Uso Sostenible Cascales (ver Mapa 1); además, de territorios Indígenas de las etnias Shuar y Kichwa (Mapa 2).

Debido al desarrollo de esta actividad en diferentes espacios geográficos, cabe enfatizar que hay dos supuestos concretos para establecer la legalidad o ilegalidad de la minería en Ecuador: 

1) Prohibición expresa prevista por la Constitución o la ley; como en el caso de la realización de actividades de minería metálica en áreas protegidas (art. 407 Constitución) o de la prohibición de uso de mercurio en operaciones mineras (art. 86.1 Ley de Minería).

2) Falta de autorización; como en la realización de actividades de exploración y explotación sin contar con los permisos correspondientes.

En términos de impacto social, Mongabay Latam (2023) menciona sobre esta zona en específico que (Referencias 1-2): “Las comunidades indígenas y las organizaciones sociales y ambientales que trabajan en el territorio no pueden denunciar abiertamente lo que ocurre en esta zona fronteriza con Colombia, debido a la presencia de grupos armados y a los fuertes problemas de seguridad que se viven allí.”

Considerando que la mayor superficie de deforestación por actividades mineras se encuentra en el Área de Conservación y Uso Sostenible Cascales (Mapa 1), es importante detallar que las Áreas de Conservación y Uso Sustentable (ACUS) son zonas creadas por gobiernos autónomos descentralizados, comunidades o propietarios privados para conservar la biodiversidad y desarrollar actividades sostenibles que mantengan los servicios ecosistémicos beneficiosos para la vida humana. En estas áreas protegidas, se pueden realizar actividades como conservación, protección, investigación, recuperación, restauración, educación, cultura, recreación y turismo controlado, así como actividades productivas sostenibles y de subsistencia. La declaración de estas áreas protegidas no modificará las concesiones otorgadas por la Autoridad Ambiental Nacional que se mantengan vigentes y se podrá renovar, de ser el caso, siempre y cuando sea compatible con el uso sustentable coherente, constante en el estudio de alternativas de manejo, Plan de Manejo o Plan de Vida.

Por otro lado, los bosques y vegetación protectores, como es el caso del Bosque Protector el Bermejo, son formaciones vegetales, naturales o cultivadas, que pueden ser arbóreas, arbustivas o herbáceas, y se encuentran en áreas de topografía accidentada, cabeceras de cuencas hidrográficas o zonas no aptas para agricultura o ganadería. Su función principal es conservar el agua, el suelo, la flora y la fauna silvestre. Las actividades permitidas en estos bosques, con autorización de la Autoridad Ambiental Nacional, incluyen la apertura de franjas cortafuegos, control fitosanitario, fomento de la flora y fauna silvestres, ejecución de obras públicas prioritarias, manejo forestal sustentable, y actividades científicas, turísticas y recreacionales.

Territorios Indígenas

Mapa 2. Superposición de actividades mineras con territorios Indígenas (Shuar y Kichwa). Datos: ACA/MAAP; EcoCiencia; Planet

Adicional al territorio Indígena Cofán Bermejo, que comparte límites con la Reserva Ecológica del mismo nombre, la deforestación por minería amenaza a seis territorios Indígenas de las etnias Shuar y Kichwa en sus alrededores (Mapa 2).

En total, se identificó que el 68% de la deforestación por minería en el área de estudio está dentro de estos territorios Indígenas.

 

 

 

 

 

 

 

 

Aumento de la deforestación minera 2020 – 2024

Utilizando imágenes satelitales del sensor PlanetScope, se estimó el crecimiento anual de la actividad minera entre 2020 y 2024. El total de superficie de bosque afectada por minería para finales del 2024 es de aproximadamente 754 hectáreas, lo que equivale a 1.056 canchas de fútbol profesional.

El análisis muestra que el mayor incremento se produjo en 2024, con una expansión de 189,62 hectáreas. Además, se observa una tendencia de crecimiento contínuo de la actividad minera durante el periodo analizado (Gráfico 1).

Gráfico 1. Dinámica de la actividad minera en el periodo 2017-2024 al margen de la Reserva Ecológica Cofanes – Bermejo. Datos: ACA/MAAP; EcoCiencia.

Concesiones Mineras

Mapa 3. Superposición de actividades mineras con catastro minero. Datos: ACA/ MAAP; EcoCiencia; ARCOM; Planet

Al superponer el catastro minero en el área de estudio, se determinó que el 59% (444 hectáreas) de las áreas afectadas por minería, se encuentran fuera de zonas destinadas a la actividad minera (Mapa 3).

El Estado ecuatoriano a través del ministerio sectorial (Ministerio de Energía y Minas) otorga derechos mineros para la explotación de recursos minerales en cada una de sus fases (la actividad minera se dividirán en una fase de exploración y una  fase de explotación.

A su vez, en la fase de exploración se distinguirán el período de exploración  inicial, el período de exploración avanzada y el período de evaluación económica del yacimiento.

El realizar una actividad de explotación previa al otorgamiento del derecho puede incurrir en sanciones administrativas o penales.

 

 

 

 

Casos de Estudio

Se han seleccionado tres casos de estudio, dentro del área de monitoreo, para ejemplificar la velocidad con la que la actividad minera se extendió en el último periodo de análisis (ver Cuadros A-C en Mapa 3). Los paneles comparativos permiten evidenciar la ampliación de la actividad minera entre mayo 2024 panel izquierdo) y diciembre 2024 (panel derecho), respectivamente en cada caso.

Zoom A.

En el panel A, se observa que la actividad minera se desarrolla fuera de zonas destinadas a la actividad minera. Adicionalmente, esta actividad se desarrolla al interior del Territorio Taruka, territorio indígena Shuar.

Panel Zoom A. Datos: ARCOM (2025); Planet

Zoom B.

En el panel B, se identificaron 61,36 hectáreas con actividad minera dentro de la concesión minera El Tuerto, lo que representa el 3,16% del total de la concesión. Actualmente se encuentra en fase de exploración inicial, lo que significa que aún no cuenta con autorización para la explotación.

Panel Zoom B. Datos: ARCOM (2025); Planet

Zoom C.

En el panel C, se registraron 19,65 hectáreas de actividad minera dentro de la concesión El Porvenir, representando el 6,87% del área total de la concesión. Actualmente se encuentra en fase de exploración, sin autorización para la explotación. Además, dicha actividad se desarrolla dentro del territorio ancestral de la Comuna Puma Kucha, perteneciente al pueblo Indígena Kichwa.

Panel Zoom C. Datos: ARCOM (2025); Planet

Implicaciones Políticas

La reciente deforestación por actividades mineras descrita anteriormente destaca necesidades políticas clave:

  • Regular la inversión pública para garantizar que las diferentes figuras de conservación reconocidas por el gobierno nacional cuenten con recursos necesarios para el control dentro de sus competencias.
  • Fortalecer los procesos de investigación y control en las instituciones responsables de garantizar una actividad minera ambientalmente responsable.

Metodología

Utilizamos LandTrendR, un algoritmo de segmentación temporal que identifica los cambios en los valores de los píxeles a través del tiempo, para detectar la pérdida de bosque al margen de la Reserva Ecológica Cofán-Bermejo entre agosto 2017 y diciembre de 2024 a través del uso de la plataforma Google Earth Engine. Es importante destacar que este método fue diseñado originalmente para imágenes Landsat de resolución moderada (30 metros) (Ref. 3), pero fue adaptado para mosaicos mensuales de NICFI-Planet de mayor resolución espacial (4.7 metros) (Ref. 4).

Referencias

  1. Antonio José Paz Cardona. (2023, 7 junio). Ecuador: minería ilegal sigue avanzando hacia el interior de la Reserva Ecológica Cofán Bermejo. Noticias Ambientales. https://es.mongabay.com/2023/06/mineria-ilegal-reserva-ecologica-cofan-bermejo-ecuador/
  2. Según el informe ‘Oro, bandas y gobernanza: La crisis que enfrentan las comunidades indígenas amazónicas de Ecuador’ generado por Amazon Watch.
  3. Kennedy, R.E., Yang, Z., Gorelick, N., Braaten, J., Cavalcante, L., Cohen, W.B., Healey, S. (2018). Implementation of the LandTrendr Algorithm on Google Earth Engine. Remote Sensing. 10, 691.
  4. Erik Lindquist, FAO, 2021

Agradecimientos

Este informe es parte de una serie enfocada en la Amazonía ecuatoriana a través de una colaboración estratégica entre las organizaciones Fundación EcoCiencia y Amazon Conservation, con el apoyo de la Fundación Gordon y Betty Moore.

MAAP #225: Carbono en la Amazonía (parte 4): Áreas protegidas y territorios Indígenas

Figura 1. Cambio total de carbono amazónico sobre el suelo, áreas protegidas y territorios Indígenas 2013-2022. Datos: Planet, ACA/MAAP.

Continuamos nuestra serie sobre el carbono en la Amazonía.

En la parte 1 (MAAP #215) introducimos los nuevos datos (Planet’s Forest Carbon Diligence) con estimaciones de la densidad de carbono por encima del suelo con una resolución sin precedentes de 30 metros, entre el 2013 y 2022. En la parte 2 (MAAP #217) destacamos qué partes de la Amazonía albergan actualmente los mayores niveles (picos) de carbono. En la parte 3 (MAAP #220) mostramos casos clave de pérdida (deforestación) y ganancia de carbono en la Amazonía.

Uno de los principales hallazgos de esta serie es que la Amazonía se tambalea entre ser la fuente y el sumidero de carbono. Es decir, históricamente la Amazonía ha funcionado como un sumidero crítico, ya que sus bosques acumulan carbono si no se alteran. Sin embargo, en relación con la línea de base del 2013, la Amazonía pasó a ser una fuente de carbono durante las temporadas de alta deforestación, sequía e incendios del 2015-2017. Luego, se recuperó como sumidero de carbono en el 2022.

Aquí, en la parte 4, nos centramos en la importancia del carbono sobre el suelo en las áreas protegidas y los territorios Indígenas, que en conjunto cubren el 49.5% (414.9 millones de hectáreas) del bioma amazónico (ver la Figura 1).

Encontramos que, a partir del 2022, las áreas protegidas y los territorios indígenas amazónicos contenían 34.100 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo (el 60% del total de la Amazonía). Y lo que es más importante, en los diez años transcurridos entre 2013 y 2022, funcionaron como un sumidero de carbono significativo, ganando 257 millones de toneladas métricas.

Con estos datos, también podemos analizar el carbono sobre el suelo para cada área protegida y territorio Indígena, individualmente. Por ejemplo, la Figura 1 ilustra la pérdida frente a la ganancia de carbono de cada área protegida y territorio indígena durante el periodo de 10 años entre 2013 y 2022 (ver los detalles a continuación).

A continuación, explicamos e ilustramos las principales conclusiones.

Resultados a escala amazónica y nacional

Las áreas protegidas amazónicas y los territorios Indígenas cubren actualmente casi la mitad (49.5%) del bioma amazónico, pero contienen el 60% del carbono sobre el suelo. En conjunto, contenían 34.100 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo en el 2022, y aumentaron 257 millones de toneladas métricas desde el 2013, funcionando así como sumidero de carbono (Figura 2).1,2 

Por el contrario, las zonas situadas fuera de las áreas protegidas y los territorios Indígenas (424 millones de hectáreas) contenían 22.600 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo en el 2022, y perdieron 255 millones de toneladas métricas desde 2013, por lo que funcionaban como una fuente de carbono.

Así, la función de sumidero de carbono de las áreas protegidas y territorios Indígenas compensa por poco las emisiones en el resto de la Amazonía.

Destacamos que las áreas protegidas y los territorios Indígenas funcionaron como un sumidero de carbono significativo (p-valor = 0,01), mientras que las áreas exteriores no fueron una fuente significativa (p-valor= 0,15).

En cuanto a los resultados por países, las áreas protegidas y los territorios Indígenas fueron importantes sumideros de carbono en Colombia, Brasil, Surinam y la Guayana Francesa (Guyana aumentó carbono pero no de forma significativa). Por el contrario, fueron importantes fuentes de carbono en Bolivia y Venezuela (Perú y Ecuador perdieron carbono pero no de forma significativa).

Figura 2. Carbono sobre el suelo Amazónico 2013-2022, dentro y fuera de áreas protegidas y territorios Indígenas. Datos: Planet, ACA/MAAP.

Resultados para cada área protegida y territorio Indígena

La Figura 1 (ver más arriba) ilustra la pérdida total de carbono sobre el suelo frente a la ganancia para cada área protegida y territorio Indígena durante el periodo de 10 años entre el 2013 y 2022.

En general, encontramos 1,103 áreas que sirvieron como sumideros de carbono significativos (verde oscuro) durante este período (238 áreas protegidas y 865 territorios indígenas). Estas áreas se concentran en el norte y centro de la Amazonía. Vea en el anexo 1 la lista de áreas específicas que fueron sumideros significativos de carbono.

Es importante señalar que las presiones de deforestación amenazan actualmente a varios de estos importantes sumideros de carbono, como el Parque Nacional Chiribiquete y la Reserva Indígena Nukak-Maku en Colombia, el Parque Nacional Sierra del Divisor en Perú y el Parque Nacional Canaima en Venezuela.

Por el contrario, encontramos 1,439 áreas (156 áreas protegidas y 1,283 territorios indígenas) que sirvieron como fuentes significativas de carbono. Es importante señalar que algunas áreas con poca deforestación documentada, como el Parque Nacional Alto Purús en Perú, pueden tener pérdidas de carbono por causas naturales.

Figura 3. Niveles totales de carbono sobre el suelo en cada área protegida y territorio indígena. Datos: Planet, ACA/MAAP.

La Figura 3 muestra la panorama más reciente de los niveles totales de carbono sobre el suelo en cada área protegida y territorio indígena.

Presenta los datos del 2022 categorizados en tres grupos: Alto, Medio y Bajo. Note que los totales de carbono más elevados (más de 330 millones de toneladas métricas) se concentran en las grandes áreas designadas del norte de la Amazonía.

Se puede considerar que estas áreas de carbono Alto y Medio tienen el mayor valor de conservación en términos de carbono total.

Vea el Anexo 1 para las áreas específicas con los niveles más altos de carbono a partir del 2022.

 

 

 

 

 

 

Figura 4. Densidad de carbono sobre el suelo en cada área protegida y territorio indígena (2022). Datos: Planeta, ACA/MAAP

Por último, la Figura 4 también muestra los datos más recientes (2022) en cada área protegida y territorio Indígena, pero estandarizados por área (carbono sobre el suelo/hectárea).

Note que los totales de carbono más elevados (más de 50 toneladas métricas por hectárea) se concentran de forma más uniforme en la Amazonía.

Se puede considerar que estas áreas de carbono Alto y Medio tienen el mayor valor de conservación de carbono por hectárea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Implicaciones en políticas:
Desbloquear el valor climático de las áreas protegidas y los territorios Indígenas de la Amazonia

Las políticas y el financiamiento para los bosques tropicales como solución climática se han enfocado en gran medida en la reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal (REDD+). Estos esfuerzos han logrado importantes avances en la ralentización y orientación del financiamiento para hacer frente a la pérdida de bosques, especialmente en las regiones de alta deforestación. Sin embargo, este énfasis en las emisiones evitadas pasa por alto un componente crítico del ciclo global del carbono: la función de sumidero de carbono de los bosques tropicales intactos y maduros que, según este análisis basado en los datos de Planet’s Forest Carbon Diligence, es medible y significativo.

Esta omisión deja un importante flujo en el sistema de carbono, el secuestro de carbono en los bosques antiguos, fuera del alcance de los incentivos de mercado u otros incentivos existentes. Además, muchos de estos bosques que absorben carbono ya se encuentran en áreas protegidas y territorios Indígenas. Estas áreas son reconocidas globalmente por su importancia para la conservación de la biodiversidad y por la gestión que realizan los pueblos indígenas y las comunidades locales.

A medida que la atención mundial se centra cada vez más en las estrategias de ingeniería para la eliminación del carbono, como la BECCS (bioenergía con captura y almacenamiento de carbono) y la captura directa del aire, urge reconocer que los bosques amazónicos ya desempeñan esta función de forma natural y a gran escala. Sin embargo, el valor de las áreas protegidas y los territorios indígenas como potentes sumideros de carbono no se monetiza ni se recompensa en los marcos actuales, a menos que puedan demostrar que están amenazados por la deforestación o la degradación para acceder al financiamiento de REDD+. Una excepción emergente es la Iniciativa de Inversión en Bosques de Alta Integridad (HIFOR, por sus siglas en inglés) que reconoce el valor del secuestro de carbono en los bosques antiguos, pero no genera créditos comercializables por cada tonelada absorbida.5 El Fondo de Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés) propuesto por Brasil para su adopción en la COP 30, también recompensaría a los países forestales con una tasa de aproximadamente $4.00 dólares anuales por cada hectárea de bosque tropical que protejan, independientemente de si están amenazados.6

Hasta la fecha, sin embargo, las áreas protegidas y los territorios indígenas, a pesar de su demostrada contribución al clima, carecen a menudo del apoyo financiero necesario para garantizar su eficacia y resiliencia a largo plazo. Como resultado, a menudo se enfrentan a un crónico financiamiento insuficiente7, limitando su eficacia y resiliencia a largo plazo. La innovación en políticas es necesaria para cerrar esta brecha e integrar la función de sumidero de carbono de los bosques maduros en los mecanismos de financiamiento de la protección forestal. De este modo, se crearían incentivos significativos para la gestión continuada y a largo plazo de estos ecosistemas ricos en carbono y se garantizaría que una de las soluciones climáticas naturales más eficaces del planeta reciba la atención y los recursos que merece.

Anexo 1

Las áreas específicas que fueron sumideros de carbono significativo incluyen:

En Perú, los Parques Nacionales Otishi, Sierra del Divisor, Güeppí-Sekime y Yaguas, las Reservas Nacionales Matsés, y Pucacuro, la Reserva Comunal Ashaninka, y el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera y Alto Nanay- Pintuyacu Chambira, las Reservas Indígenas Matses, Pampa Hermosa, y Yavarí – Tapiche, y la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti.

En Colombia, los Parques Nacionales Amacayacu, Chiribiquete, Cahuinari, Río Puro y Yaigoje Apaporis, Reserva Natural de Nukak, la Reserva Forestal del Amazonas y la Reserva Indígena de Putumayo y Nukak-Maku, Yaigoje Río Apaporis y Vaupes.

En Brasil, los Parques Nacionales Amacayacu, Chiribiquete, Cahuinari, Río Puro y Yaigoje Apaporis, Reserva Natural Nukak, Reserva Forestal del Amazonas y Reserva Indígena Putumayo y Nukak-Maku, Yaigoje Río Apaporis y Vaupes en Colombia; Parques Nacionales de Campos Amazónicos, Juruena, Mapinguari, Nascentes do Lago Jari, Serra do Divisor y Montanhas do Tumucumaque, Bosques Nacionales de Amanã, Aripuanã, Crepori, Tapajós y Tefé en Brasil, Bosques Nacionales de Itaituba y Jatuarana y Territorios Indígenas de Alto Río Negro, Baú, Aripuanã, Aripuanã, Apyterewa, Mundurucu y Vale do Javari.

El Territorio Indígena Achuar y Zona Intangible Tagaeri – Taromenane en Ecuador; la Reserva Nacional Manuripi Heath y Reservas Indígenas Takana, Takana II y Yuracare en Bolivia; las Reservas Naturales de Surinam Central y Sipaliwini en Surinam; Parque Nacional Canaima en Venezuela; y Parque Nacional Parc Amazonien de Guyane en la Guayana Francesa.

Las zonas específicas con los niveles más altos de carbono, a partir del 2022, incluyen:

Los Parques Nacionales Alto Purús, Manu, Sierra del Divisor y Cordillera Azul en Perú; el Parque Nacional Chiribiquete en Colombia; los Parques Nacionales Montanhas do Tumucumaque, Pico da Neblina, Jaú y Juruena y los Territorios Indígenas Yanomami, Menkragnoti, Kayapó, Mundurucu y Vale do Javari en Brasil; los Parques Nacionales Caura y Canaima en Venezuela; y los Parque Nacional Parc Amazonien de Guyane en la Guayana Francesa.

Metodología

Analizamos Planet Forest Carbon Diligence, un nuevo conjunto de datos de última generación de la empresa Planet, basado en satélites, que presenta una serie temporal histórica de 10 años (2013 – 2022) con estimaciones de pared a pared de la densidad de carbono sobre el suelo con 30 metros de resolución.3,4

Una advertencia destacable de estos datos es que no distinguen entre la pérdida de carbono sobre el suelo por causas naturales y antropogénicas, por lo que es necesario incorporar información adicional para comprender el contexto de cada zona.

A partir de estos datos, se estimaron los valores anuales de carbono sobre el suelo en las áreas protegidas amazónicas y territorios indígenas para obtener una serie temporal del 2013-2022. Además, se utilizó la prueba de Mann-Kendall para analizar las tendencias en las series de tiempo generadas.

Nuestra fuente de datos para áreas protegidas y territorios indígenas proviene de RAISG (Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada), un consorcio de organizaciones civiles de los países amazónicos. Esta fuente (consultada en diciembre de 2024) contiene datos espaciales de 5943 áreas protegidas y territorios indígenas, que cubren 414.9 millones de hectáreas en toda la Amazonía.

Determinamos que muchas de estas áreas (4000) no incluían metadatos de fecha de creación, lo que impedía cualquier control de series de tiempo para esa variable. En su lugar, utilizamos la extensión más actual de las áreas protegidas y los territorios indígenas como aproximación a los que existían entre 2013 y 2022.

Hubo un solapamiento sustancial entre las áreas protegidas y los territorios indígenas, pero lo tuvimos en cuenta para evitar el doble recuento de las áreas solapadas.

Los valores de carbono sobre el suelo de las áreas protegidas y los territorios indígenas se calcularon por país y luego se sumaron en toda la Amazonía.

Las áreas restantes se combinaron en la categoría de «Fuera de áreas protegidas y territorios indígenas» y también se calcularon para cada país y se sumaron en toda la Amazonía.

Nuestro ámbito geográfico para la Amazonía es un híbrido diseñado para una máxima inclusión: límite biogeográfico (según la definición de RAISG) para todos los países, excepto para Bolivia y Perú, donde utilizamos el límite de la cuenca hidrográfica, y Brasil, donde utilizamos el límite legal de la Amazonía. Nuestro estimado de superficie para esta definición del bioma amazónico es de 839,2 millones de hectáreas.

Notas

1 Desglosando los resultados por categoría, las áreas protegidas contenían casi 21.100 millones de toneladas métricas de carbono en la superficie en 2022, lo que supone un aumento de más de 204 millones de toneladas métricas desde el 2013, mientras que los territorios indígenas contenían más de 16.800 millones de toneladas métricas de carbono en la superficie en el 2022, lo que supone un aumento de más de 132 millones de toneladas métricas desde el 2013. Note que las áreas protegidas y los territorios indígenas se solapan en muchas zonas.

2 Estandarizando por superficie (es decir, calculando los resultados por hectárea), las áreas protegidas y los territorios indígenas contenían 82,2 toneladas métricas de carbono sobre el suelo por hectárea en 2022, lo que supone un aumento neto de 0,6 toneladas métricas por hectárea desde el 2013. Por el contrario, las áreas fuera de las áreas protegidas y los territorios indígenas contenían 53,2 toneladas métricas de carbono sobre el suelo por hectárea en el 2022, perdiendo 0,6 toneladas métricas netas por hectárea desde 2013.

3 Anderson C (2024) Forest Carbon Diligence: Breaking Down the Validation and Intercomparison Report. https://www.planet.com/pulse/forest-carbon-diligence-breaking-down-the-validation-and-intercomparison-report/

4 En cuanto a las limitaciones de los datos de Planet’s Forest Carbon Diligence, Duncanson et al (2025) escribieron recientemente una carta en Science centrada en la resolución espacial de los mapas de carbono forestal. Dada la limitación natural del tamaño de un árbol, discuten el reto de la validación a nivel de píxel por debajo de 5 metros para el monitoreo del carbono forestal. Los autores afirman que la resolución espacial debería superar como mínimo el diámetro de la copa de un árbol grande típico, que supone unos 20 metros para los bosques tropicales. En este sentido, el producto de 30 metros supera esta limitación.

Duncanson et al (2025) Spatial resolution for forest carbon maps. Science 387: 370-71.

5 WCS High Integrity Forest Investment Initiative (HIFOR): The Science Basis

6 https://www.bloomberg.com/news/newsletters/2025-04-04/too-big-to-fell-brazil-takes-trees-to-wall-street?cmpid=BBD040425_GR

7 UNEP-WCMC, IUCN, and NGS. (2022). Protected Planet Report 2022. Cambridge, UK: UNEP-WCMC.

Agradecimientos

Gracias a un generoso acuerdo de intercambio de información con la empresa de satélites Planet, obtuvimos acceso a estos datos en todo el bioma amazónico para el análisis presentado en esta serie.

Agradecemos a los colegas de las siguientes organizaciones sus útiles comentarios sobre este reporte: Planet, Conservación Amazónica – ACCA, Conservación Amazónica -ACEAA, Gaia Amazonas, Ecociencia e Instituto del Bien Común.

Agradecemos especialmente a los colegas de Conservación Amazónica – ACCA por su ayuda con el análisis de datos de 10 años.

Este informe ha sido posible gracias al generoso apoyo de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (NORAD).

Cita

Finer M, Castillo H, Mamani N (2025) Carbon in the Amazon (part 4): Protected Areas & Indigenous Territories. MAAP: 225.

MAAP # 223: Incremento de concesiones mineras ponen en riesgo Áreas Protegidas y Reservas Indígenas en la Amazonía peruana

Mapa Base. Concesiones mineras superpuestas en la Amazonia Peruana.

El presente reporte analiza la problemática de la superposición de concesiones mineras con áreas protegidas, comunidades nativas, reservas territoriales e indígenas, así como en cuerpos de agua en la Amazonía peruana. 

La actividad minera en estas zonas sensibles puede desencadenar una serie de impactos negativos, como la deforestación de bosques primarios y la contaminación de fuentes de agua.

En total, se documentaron 799 concesiones mineras conflictivas en la Amazonía peruana, con una superposición de 158,580 hectáreas (ver Mapa Base). 

La gran mayoría (712 o 89%) de las concesiones mineras conflictivas se superponen con comunidades nativas, cubriendo 151,682 ha (ver Anexo 1).

43 concesiones mineras tienen más del 60% de su superficie en cuerpos de agua, cubriendo 4,163 ha, incumpliendo el Decreto Supremo 1100 que establece restricciones para la actividad minera en estas zonas.

39 concesiones mineras se superponen con áreas naturales protegidas, cubriendo 2,735 ha.

Finalmente, 5 concesiones mineras (738 ha) se superponen con una Reservas Indígena, lo que implica un riesgo directo para los derechos de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial (PIACI).

Las regiones con mayor número de concesiones mineras conflictivas son Madre de Dios (452), Amazonas (73) , y Loreto y San Martín (50). Ver Anexo 2 para los datos para cada región.

 

 

Casos Destacados de superposición

Caso A: Área Natural Protegida  

La Figura 1 muestra la superposición de concesiones mineras con el sector noroeste de la Reserva Comunal El Sira (región Huánuco), el mismo que ya ha presentado presencia de minería ilegal en el pasado. (MAAP#45).

Figura 1. Caso Área Natural Protegida. Datos: Planet, Geocatmin y Sernanp.

Caso B: Reserva Indígena  

La Figura 2 muestra la superposición de concesiones mineras con la Reserva Indígena Kakataibo, ubicada en la región Huánuco. Cabe enfatizar que las Reservas Territoriales y Reservas Indígenas en el Perú son territorios intangibles delimitados por el Estado a favor de los PIACI donde actualmente la legislación peruana prohíbe realizar cualquier actividad distinta a la de los usos y costumbres ancestrales de los pueblos indígenas.

Figura 2: Caso Reserva Indígena. Datos Planet, Geocatmin y Sernanp.

Caso C: Cuerpos de agua 

La Figura 3 muestra la superposición de concesiones mineras con el río Santiago (en el límite entre las regiones Loreto y Amazonas) donde se logra apreciar que más del 60% de la superficie de la concesión minera es cuerpo de agua, resaltando el incumplimiento del Decreto Supremo 1100 (ver sección sobre Marco Legal) y los posibles impactos sobre la calidad de agua y la biodiversidad acuática del lugar.

Figura 3: Caso Cuerpos de agua. Datos Planet, Geocatmin e IGN.

Caso D: Comunidades Nativas

La Figura 4 muestra la superposición de concesiones mineras con las comunidades nativas de San José de Karene (42.68 %) y Puerto Luz (3.25 %), que se encuentran en la Zona de Amortiguamiento de la Reserva Comunal Amarakaeri, en la región Madre de Dios.

Figura 4: Caso Comunidades Indígenas. Datos Planet, Geocatmin e IGN.

Caso E: Operaciones en concesiones mineras en trámite  

En el siguiente ejemplo se aprecia el avance de la minería ilegal en la Comunidad Nativa San Luis de Chinchihuani, en la zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal El Sira, provincia de Constitución, región Pasco. Este año se otorgaron concesiones mineras a trámite, sin la aprobación de REINFO ni algún otro instrumento relacionado a la formalización de la actividad minera. En lo que va del año, se aprecia el avance de más de 40 ha deforestadas por la minería (Figura 5).

Figura 5. Minería de oro al interior de concesiones mineras en estado de trámite la Comunidad Nativa San Luis de Chinchihuani

Incremento en concesiones mineras en trámite

En la Figura 6 se evidencia el aumento de las concesiones mineras que se encuentran en proceso de trámite durante los últimos tres años (2022 – 2024). Este aumento ha sido especialmente alto en las regiones Amazonas, Loreto, Ucayali, Huánuco, San Martín, Madre de Dios, Cusco y Puno.

Los datos presentados corresponden a los registros de concesiones mineras que gestiona el INGEMMET a octubre del 2024 a través del GEOCATMIN.

Figura 6. Número de concesiones mineras en trámite entre el 2020 y octubre del 2024. Fuente: GEOCATMIN-INGEMMET

 

Marco Legal y Prácticas mineras en la Amazonía peruana

La Ley de Áreas Naturales Protegidas, Ley N° 26834 prohíbe la minería en las áreas categorizadas de uso indirecto. Por el contrario, en las áreas de uso directo, como las Reservas Comunales de Amarakaeri y El Sira, se permite el desarrollo de actividades mineras, siempre que sea compatible con los objetivos de conservación del área natural protegida. Por tanto, las concesiones mineras que se superponen a áreas naturales protegidas, requieren de una resolución de compatibilidad ambiental otorgada por SERNANP, esta se otorga cuando la actividad minera cumple con los objetivos de protección de la biodiversidad; así como la identidad natural y cultural asociada a las comunidades. Caso contrario, la actividad minera sería considerada ilegal.

Por otro lado, la existencia de concesiones mineras preexistentes a la creación de áreas naturales protegidas ha generado conflictos, puesto que las concesiones deben compatibilizar las actividades mineras con los objetivos del área natural protegida a la cual se superponen.

Por su parte, la Ley de Recursos Hídricos, Ley N° 29338 establece un marco general hacia la gestión sostenible del agua para lograr su conservación y calidad ambiental, para lo cual se deben considerar los aspectos socioculturales, ambientales y económicos. En ese sentido, en el ámbito de la minería ilegal, el Decreto Legislativo N° 1100 , prohíbe expresamente el desarrollo de minería en todos los cursos de agua, incluyendo ríos, lagos, lagunas, cochas, espejos de agua, humedales y aguajales. En consecuencia, ambas normativas buscan garantizar la protección de los cuerpos de agua a nivel nacional. 

Finalmente, es importante señalar que se configura como delito de minería ilegal realizar actividades mineras sin la autorización de la entidad administrativa competente, específicamente cuando causen daño ambiental y afecten áreas prohibidas, el delito contempla como agravante realizar actividad minera en las zonas prohibidas mencionadas en el presente MAAP. En otras palabras, aquellas personas cuyo derecho minero se encuentra en trámite y se encuentra realizando actividad minera, están cometiendo un delito, puesto que aún no cuentan con el permiso correspondiente.

 

Anexo 1

Anexo 1. Superposición de concesiones mineras en áreas protegidas del Perú.

Anexo 2

Cita

Huamán B, Sáenz E, Novoa S, Rojas T & Finer, M (2024) Incremento de concesiones mineras ponen en riesgo Áreas Protegidas y Reservas Indígenas en la Amazonia Peruana. MAAP: 223.

MAAP #221: Minería ilegal en áreas naturales protegidas de la Amazonía ecuatoriana

Mapa Base. Áreas protegidas en la Amazonía ecuatoriana amenazadas por minería.

En una serie de reportes anteriores advertimos sobre el surgimiento y expansión de la deforestación minera en la Amazonía ecuatoriana (MAAP #151, MAAP #172, MAAP 182, MAAP #219).

La minería ilegal en Ecuador tiene la habilidad de operar en zonas alejadas y de difícil acceso, como áreas naturales protegidas.

Además, la proximidad de esta actividad a las fronteras con Colombia y Perú facilita flujos transfronterizos esenciales para el comercio de oro.

En el presente reporte, analizamos las cuatro áreas naturales protegidas en la Amazonía ecuatoriana que se encuentran amenazadas por actividades mineras: los Parques Nacionales Podocarpus y Sumaco Napo-Galeras, la Reserva Ecológica Cofán Bermejo, y el Refugio de Vida Silvestre El Zarza.

En el Podocarpus la actividad minera se desarrolla en lo profundo del parque.

Para las otras tres áreas (Sumaco Napo-Galeras, Cofán Bermejo, y El Zarza), las actividades mineras no reguladas en sus zonas de amortiguamiento ingresan paulatinamente en sus límites.

A continuación, presentamos el análisis conciso de estas cuatro áreas protegidas afectadas, con imágenes satelitales de alta resolución.

 

 

 

Parque Nacional Podocarpus

Analizamos las actividades de minería ilegal a lo largo del río Loyola dentro del Parque Nacional Podocarpus. El primer monitoreo que hicimos en julio de 2023 reveló un impacto minero de 22 hectáreas. En septiembre de 2024, el impacto minero ha aumentado a 50 hectáreas (es decir, 28 hectáreas adicionales), lo que resulta en un crecimiento de 125% entre 2023 y 2024 (Figura 1).

Figura 1. Deforestación minera a orillas del río Loyola al interior del Parque Nacional Podocarpus, julio 2023 (panel izq) vs agosto 2024 (panel der).
Figura 1a. Imagen Skysat de deforestación minera del río Loyola al interior del Parque Nacional Podocarpus,

Además, se utilizó una imagen de muy alta resolución (SkySat, 0.50 metros) del 25 de marzo 2024, para visualizar con mayor detalle la dinámica de la minería y su impacto en los bosques nativos del área natural de protección.

Podemos distinguir que la minería ha aumentado considerablemente, ocasionando que el río Loyola cambie su cauce, asimismo se evidencia la pérdida de los bosques nativos, lo que produce una fragmentación a los ecosistemas adyacentes.

 

 

 

 

 

 

 

 

Parque Nacional Sumaco Napo – Galeras

Hemos realizado un monitoreo continuo sobre el avance de la minería irregular en la cuenca hidrográfica del río Punino (MAAP #151, MAAP #219) y su avance hacia los límites del Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras. En mayo 2024 se registró el ingreso de las actividades mineras al límite del Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras.

Entre septiembre de 2022 y agosto de 2024 se estimaron 142 hectáreas de avance de minería en la zona de amortiguamiento, de los cuales 0.32 hectáreas afectadas por actividad minera se localizaron al interior de los límites del Parque Nacional (Figura 2).

Figura 2. Deforestación minera en el Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras, septiembre 2022 (panel izq) vs agosto 2024 (panel der).

Reserva Ecológica Cofán Bermejo

En el MAAP #186 mostramos cómo las actividades mineras irregulares a orillas del río Bermeja amenazan los límites de la Reserva Ecológica Cofán Bermejo en el norte de la Amazonía ecuatoriana. En esta zona se registró un avance total de minería de 337 hectáreas durante el período febrero de 2020 a septiembre de 2024, de los cuales se estimaron que 1.05 hectáreas se encuentran dentro del límite de la Reserva Ecológica Cofán Bermejo (Figura 3).

Figura 3. Deforestación minera en la Reserva Ecológica Cofán Bermejo, feb 2020 (panel izq) vs sept 2024 (panel der).

Refugio de Vida Silvestre El Zarza

En la zona de amortiguamiento del Refugio de Vida Silvestre El Zarza, se evidencian actividades mineras a orillas del río Zarza, límite del área protegida. No se ha identificado minería dentro del límite del Refugio de Vida Silvestre El Zarza hasta la fecha, sin embargo, se contabilizan 33 hectáreas de actividad minera en su zona de amortiguamiento. La Figura 4 muestra la actividad minera en la zona en septiembre de 2022 y su evolución hasta agosto de 2024.

Figura 4. Deforestación minera en la zona de amortiguamiento del Refugio de Vida Silvestre el Zarza, septiembre 2022 (panel izq) vs agosto 2024 (panel der).

Agradecimientos

Este informe es parte de una serie enfocada en la Amazonía ecuatoriana a través de una colaboración estratégica entre las organizaciones Fundación EcoCiencia y Amazon Conservation, con el apoyo de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (Norad).

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MAAP #217: Carbono en la Amazonía (parte 2): Zonas de carbono pico

Figura 1. Ejemplo de zonas carbono pico en el sur de Perú y el oeste adyacente de Brasil. Datos: Planet.

En la parte 1 de esta serie (MAAP #215), presentamos un nuevo recurso fundamental (Planet Forest Carbon Diligence) que proporciona estimaciones de la densidad de carbono sobre el suelo con una resolución sin precedentes de 30 metros.

En ese reporte, mostramos que la Amazonía contiene 56.800 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo (a partir del 2022), y describimos patrones clave en los nueve países del bioma amazónico durante la última década.

Aquí, en la parte 2, nos centramos en las zonas con picos de carbono en la Amazonía que albergan los mayores niveles de carbono sobre el suelo.

Estas zonas de carbono pico corresponden al tercio superior de los niveles de densidad de carbono sobre el suelo (>140 toneladas métricas por hectárea).1

Es probable que hayan sufrido una degradación mínima (como la tala selectiva, los incendios y los efectos de borde/fragmentación)2 y, por lo tanto, son una buena representación de los bosques de alta integridad.

La Figura 1 muestra un ejemplo importante de zonas de carbono pico en el sur de Perú y el oeste adyacente de Brasil.

Las zonas con picos de carbono se encuentran a menudo en bosques primarios remotos de áreas protegidas y territorios indígenas, pero algunas están situadas en concesiones forestales (es decir, concesiones madereras) o tierras no designadas (también denominadas bosques públicos no designados).

Nuestro objetivo en este informe es aprovechar los datos sin precedentes sobre el carbono sobre el suelo para reforzar la importancia de estas áreas designadas y llamar la atención sobre las restantes tierras no designadas.

A continuación, detallamos las principales conclusiones y nos centramos en las zonas de carbono pico en el noreste y el suroeste de la Amazonía.

Zonas de carbono pico en la Amazonía

El Mapa Base que figura a continuación ilustra nuestros hallazgos principales.

Las zonas con picos de carbono (>140 toneladas métricas por hectárea; indicadas en rosado) se concentran en el suroeste y el noreste de la Amazonía, cubriendo 27,8 millones de hectáreas (11 millones ha en el suroeste y 16,8 millones ha en el noreste).k

Mapa base. Densidad de carbono sobre el suelo según los datos de Planet Forest Carbon Diligence en el bioma amazónico para el año 2022. Datos: Planet.

En el suroeste de la Amazonía, las zonas de carbono pico se encuentran en el sur y centro de Perú, y en el adyacente oeste de Brasil.

En el noreste de la Amazonía, las zonas de carbono pico se encuentran en el noreste de Brasil, gran parte de la Guayana Francesa y partes de Surinam.

Por países, Brasil y Perú tienen la mayor superficie de pico de carbono (10,9 millones y 10,1 millones de hectáreas respectivamente), seguidos por la Guayana Francesa (4,7 millones de ha) y Surinam (2,1 millones de ha).

Las áreas protegidas y los territorios Indígenas cubren gran parte (61%) de la superficie máxima de carbono (16,9 millones de ha).

El 39% restante permanece desprotegido, y podría decirse que está amenazado, en tierras no designadas (9,4 millones de ha) y concesiones forestales (1,5 millones de ha), respectivamente.

Además, se encuentran áreas con alto contenido de carbono (>70 toneladas métricas por hectárea; indicado por amarillo-verdosa en el Mapa Base) en cada uno de los nueve países del bioma amazónico, especialmente Colombia, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Guyana.

Suroeste Amazónico

­Sur de Perú

Figura 2a. Zona de carbono pico en el sur de la Amazonía peruana. Datos: Planet, SERNANP, RAISG.

La Figura 2a muestra la zona de máximo carbono, que abarca 7,9 millones de hectáreas en el sur de Perú (regiones de Madre de Dios, Cusco y Ucayali) y el suroeste de Brasil (Acre).

Varias áreas protegidas (como los Parques Nacionales de Manu y Alto Purús, y la Reserva Comunal Machiguenga) anclan esta zona.

También alberga numerosos territorios indígenas (como Mashco Piro, Madre de Dios y las Reservas Indígenas Kugapakori, Nahua, Nanti y otros).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 2b. Zonas con carbono pico (delineadas en rosado), categorizadas por designación de tierras en el sur de Perú y el oeste adyacente de Brasil. Datos: Planet, NICFI, SERNANP, SERFOR, RAISG.

La Figura 2b destaca las principales designaciones de tierras dentro de la zona de carbono pico del sur de Perú.

Las áreas protegidas y los territorios indígenas cubren el 77% de esta área (verde y marrón, respectivamente).

El 23% restante podría considerarse amenazado, ya que se encuentra en concesiones forestales o tierras no designadas (naranja y rojo, respectivamente). Por lo tanto, estas zonas son candidatas ideales a una mayor protección para mantener sus niveles máximos de carbono.

 

Perú Centro

Figura 3a. Zona con pico de carbono en la Amazonía central peruana. Datos: Planet, SERNANP, RAISG.

La Figura 3a muestra la zona con picos de carbono en la Amazonía central peruana, que abarca 3,1 millones de hectáreas en las regiones de Ucayali, Loreto, Huánuco, Pasco y San Martín.

Varias áreas protegidas (como los Parques Nacionales Sierra del Divisor, Cordillera Azul, Río Abiseo y Yanachaga-Chemillén, y la Reserva Comunal El Sira) anclan esta zona.

También alberga numerosos territorios indígenas (como las Reservas Indígenas Kakataibo, Isconahua y Yavarí Tapiche).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 3b. Datos: Planet, NICFI, SERNANP, SERFOR, RAISG.

En la Figura 3b se destacan las principales designaciones de tierras dentro de la zona de pico de carbono del centro de Perú.

Las áreas protegidas y los territorios indígenas cubren el 69% de esta área (verde y marrón, respectivamente).

El 31% restante podría considerarse amenazado, ya que se encuentran en concesiones forestales o tierras no designadas (naranja y rojo, respectivamente), y son candidatas ideales para una mayor protección.

 

 

 

 

 

Notas

1 Seleccionamos este valor (33% superior) para capturar las áreas de carbono sobre el suelo más elevadas e incluir una gama de áreas de alto contenido en carbono. Otros análisis podrían centrarse en valores diferentes, como el 10% o el 20% más alto de carbono sobre el suelo.

2  Un trabajo reciente ha documentado una fuerte relación entre la tala selectiva y la pérdida de carbono sobre el suelo (Csillik et al. 2024, PNAS). La relación entre los bordes de los bosques y el carbono se presenta en Silva Junior et al, Science Advances.

Cita

Finer M, Mamani N, Anderson C, Rosenthal A (2024) Carbono en la Amazonía (parte 2): Zonas de carbono pico. MAAP #217.

MAAP #213: Estimación del carbono en las áreas protegidas y territorios indígenas de la Amazonía

Imagen introductoria. Captura de pantalla de la aplicación (app) de carbono forestal OBI-WAN.

En un informe reciente (MAAP #199), presentamos la versión actualizada de los datos GEDI de la NASA,1 que utiliza láseres a bordo de la Estación Espacial Internacional para proporcionar estimaciones de vanguardia sobre el carbono aéreo a escala mundial, incluida nuestra área focal, la Amazonía.

Sin embargo, estos láseres aún no han alcanzado una cobertura total, lo que deja considerables vacíos en los datos y en los mapas resultantes.

En el presente reporte, mostramos dos nuevas herramientas que nos permiten llenar esos vacíos y proporcionar estimaciones detalladas de la biomasa aérea en zonas específicas, que pueden convertirse luego en estimaciones del carbono sobre el suelo.

El primero es la aplicación OBI-WAN para reportar el carbono forestal (ver la Imagen introductoria), que utiliza la inferencia estadística para producir estimaciones medias, totales y de incertidumbre de las líneas de base de biomasa en cualquier escala (desde la local hasta mundial).2

El segundo es un producto fusionado de las misiones GEDI y TanDEM-X.3 La combinación de lidar (GEDI) y radar (TanDEM-X) ha comenzado a producir mapas inigualables que combinan la capacidad del lidar para recuperar la estructura forestal y la capacidad del radar para ofrecer una cobertura de pared a pared con múltiples resoluciones (ver Figuras 1-5 a continuación para ver ejemplos con una resolución de 25 m).

Empleando estos dos herramientas, nos centramos en la estimación del carbono sobre el suelo para ejemplos seleccionados de dos designaciones críticas de tierras en la Amazonía: áreas protegidas y territorios indígenas. Ambas son fundamentales para la conservación a largo plazo del núcleo de la Amazonía (MAAP #183). Se espera que el suministro de datos precisos para estas áreas proporcione incentivos adicionales para su conservación a largo plazo.

Seleccionamos 5 áreas focales (3 parques nacionales y 2 Territorios Indígenas) en la Amazonía para demostrar el poder de estos datos. Estas áreas juntas albergan un total de 1,400 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo.

  • Áreas protegidas (Parques Nacionales)
    Parque Nacional Chirbiquete (Amazonía colombiana)
    Parque Nacional Manu (Amazonía peruana)
    Parque Nacional Madidi (Amazonía boliviana)
    k
  • Territorios Indígenas
    Territorio Indígena Kayapó (Amazonía brasileña)
    Territorio Indígena Barranco Chico (Amazonía peruana)

Áreas focales

Como se ha indicado anteriormente, las estimaciones de carbono que figuran a continuación se basan en las estimaciones de biomasa sobre el suelo de la aplicación de carbono forestal OBI-WAN y de los datos de GEDI-TanDEM-X. Las figuras 1 a 5 se basan en GEDI-TanDEM-X, con una resolución de 25 metros.

Parques Nacionales

Parque Nacional de Chiribiquete (Amazonía colombiana)

El Parque Nacional de Chirbiquete abarca más de 4,2 millones de hectáreas en el corazón de la Amazonía colombiana (departamentos de Guaviare y Caquetá). Ambos datos convergen en la estimación de unas 600 toneladas métricas de biomasa sobre el suelo, lo que equivale a más de 300 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo en todo el parque (80,5 toneladas de carbono por hectárea). La Figura 1 muestra la distribución espacial detallada de esta biomasa en el Parque Nacional Chirbiquete. Note que los datos de GEDI-TanDEM-X se pierden al extremo occidental del parque.

Figura 1. Biomasa sobre el suelo en el Parque Nacional de Chiribiquete (Amazonía colombiana). Datos: GEDI-TanDEM-X.

Parque Nacional del Manu (Amazonía peruana)

Figura 2. Biomasa sobre el suelo en el Parque Nacional Manu (Amazonía peruana). Datos: GEDI-TanDEM-X.

El Parque Nacional Manu abarca más de 1,7 millones de hectáreas en el sur de la Amazonía peruana (regiones de Madre de Dios y Cusco).

Ambos datos convergen en la estimación de más de 450 toneladas métricas de biomasa sobre el suelo, lo que equivale a más de 215 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo en todo el territorio (126,8 toneladas de carbono por hectárea).

La Figura 2 muestra la distribución espacial detallada de esta biomasa en el Parque Nacional Manu.

Parque Nacional Madidi (Amazonía boliviana)

Figura 3. Biomasa sobre el suelo en el Parque Nacional Madidi (Amazonía boliviana). Datos: GEDI-TanDEM-X

El Parque Nacional y Área de Manejo Integrado Madidi abarca cerca de 1,9 millones de hectáreas en la Amazonía occidental boliviana (departamento de La Paz), e incluye un gradiente de pisos altitudinales desde tierras bajas hasta montañas por encima de los 6 mil metros en altitud.

Ambos  datos convergen en la estimación de más de 350 toneladas métricas de biomasa sobre el suelo, lo que equivale a más de 160 millones de toneladas métricas de carbono aéreo en todo el área protegida (85,3 toneladas de carbono por hectárea).

La Figura 3 muestra la distribución espacial detallada de esta biomasa en el Parque Nacional Madidi. Note que los datos del GEDI-TanDEM-X se pierden al extremo sur, justamente en las partes altas del área protegida.

Territorios Indígenas

Territorio indígena Kayapó (Amazonia brasileña)

El Territorio Indígena Kayapó abarca más de 3,2 millones de hectáreas en la Amazonía oriental brasileña (estado de Pará).

Ambos datos convergen en la estimación de más de 413,000 toneladas métricas de biomasa aérea, lo que equivale a más de 198 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo en todo el territorio.

La Figura 4 muestra la distribución espacial detallada de esta biomasa en Kayapó y en cuatro territorios indígenas vecinos.

En total, en estos cinco territorios (10,4 millones de hectáreas) los datos convergen en más de 1.500 millones de toneladas métricas de biomasa aérea y 730 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo (70 toneladas por hectárea).

Figura 4. Biomasa sobre el suelo en Kayapó y territorios indígenas vecinos (Amazonia brasileña). Datos: GEDI-TanDEM-X.

Comunidad Nativa Barranco Chico (Amazonía peruana)

La Comuniad Nativa Barranco Chico abarca más de 12,600 hectáreas en el sur de la Amazonía peruana (región de Madre de Dios).

Ambos datos convergen en la estimación de más de 2 millones de toneladas métricas de biomasa aérea, lo que equivale a más de 1 millón de toneladas métricas de carbono sobre el suelo.

La Figura 5 muestra la distribución espacial detallada de esta biomasa en Barranco Chico y en dos Comunidades Nativas vecinas (Puerto Luz y San José de Karene).

En total, en estos tres territorios (casi 90,000 hectáreas), los datos convergen en más de 19 millones de toneladas métricas de biomasa aérea y más de 9 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo (102 toneladas por hectárea).

Figura 5. Biomasa sobre el suelo en Barranco Chico y Territorios Indígenas vecinos (Amazonía peruana). Datos: GEDI-TanDEM-X

Notas

1 GEDI L4B Gridded Aboveground Biomass Density, Versión 2.1. Estos datos se miden en megagramos de biomasa aérea por hectárea (Mg/ha) a una resolución de 1 kilómetro, con el periodo de abril de 2019 a marzo de 2023. Esto nos sirve como estimación de las reservas de carbono aéreo, con la hipótesis científica de que el 48% de la biomasa registrada es carbono.

El enfoque se basa en el artículo científico fundacional de Patterson et al., (2019) y es utilizado por la misión GEDI para estimar la biomasa media y total en todo el mundo (Dubayh et al., 2022, Armston et al., 2023). El método considera la distribución espacial de los rastros de GEDI dentro de un determinado límite especificado por el usuario para inferir el componente de error de muestreo de la incertidumbre total que también incluye el error de los modelos L4A de GEDI utilizados para predecir la biomasa a partir de las estimaciones de la altura del dosel (Keller et al., 2022). Para más información sobre la aplicación OBI-WAN, ver Healey y Yang 2022.

3 GEDI-TanDEM-X (GTDX) es una fusión de imágenes GEDI Versión 2 y TanDEM-X (TDX) de radar interferométrico de apertura sintética (InSAR) (de enero de 2011 a diciembre de 2020). También incorpora datos anuales de pérdida de bosque para tener en cuenta la deforestación durante este periodo. Los mapas de biomasa aérea del GTDX se elaboraron a partir de un marco basado en un modelo jerárquico generalizado (GHMB) que utiliza la biomasa del GEDI como datos de entrenamiento para establecer modelos de estimación de la biomasa basados en la altura del dosel del GTDX. La combinación de lidar (GEDI) y radar (TanDEM-X) ha comenzado a producir mapas inigualables que combinan la capacidad del lidar para recuperar la estructura del bosque y la capacidad del radar para ofrecer una cobertura de pared a pared (Qi et al.,2023, Dubayah et a;., 2023). Este producto fusionado es un mapa sin huecos de pared a pared que se produjo en múltiples resoluciones: 25m, 100m y 1ha. El procesamiento en curso sobre la región pantropical estará disponible en los próximos meses, pero algunas geografías ya han sido mapeadas, como la mayor parte de la cuenca del Amazonas (Dubayah et al., 2023). Los datos que hemos utilizado están a disposición del público.

Referencias

Armston, J., Dubayah, R. O., Healey, S. P., Yang, Z., Patterson, P. L., Saarela, S., Stahl, G., Duncanson, L., Kellner, J. R., Pascual, A., & Bruening, J. (2023). Global Ecosystem Dynamics Investigation (GEDI)GEDI L4B Country-level Summaries of Aboveground Biomass [CSV]. 0 MB. https://doi.org/10.3334/ORNLDAAC/2321

Dubayah, R. O., Armston, J., Healey, S. P., Yang, Z., Patterson, P. L., Saarela, S., Stahl, G., Duncanson, L., Kellner, J. R., Bruening, J., & Pascual, A. (2023). Global Ecosystem Dynamics Investigation (GEDI)GEDI L4B Gridded Aboveground Biomass Density, Version 2.1 [COG]. 0 MB. https://doi.org/10.3334/ORNLDAAC/2299

Dubayah, R., Armston, J., Healey, S. P., Bruening, J. M., Patterson, P. L., Kellner, J. R., Duncanson, L., Saarela, S., Ståhl, G., Yang, Z., Tang, H., Blair, J. B., Fatoyinbo, L., Goetz, S., Hancock, S., Hansen, M., Hofton, M., Hurtt, G., & Luthcke, S. (2022). GEDI launches a new era of biomass inference from space. Environmental Research Letters, 17(9), 095001. https://doi.org/10.1088/1748-9326/ac8694

Dubayah, R., Blair, J. B., Goetz, S., Fatoyinbo, L., Hansen, M., Healey, S., Hofton, M., Hurtt, G., Kellner, J., Luthcke, S., Armston, J., Tang, H., Duncanson, L., Hancock, S., Jantz, P., Marselis, S., Patterson, P. L., Qi, W., & Silva, C. (2020). The Global Ecosystem Dynamics Investigation: High-resolution laser ranging of the Earth’s forests and topography. Science of Remote Sensing, 1, 100002. https://doi.org/10.1016/j.srs.2020.100002

Healey S, Yang Z (2022) The OBIWAN App: Estimating Property-Level Carbon Storage Using NASA’s GEDI Lidar. https://www.fs.usda.gov/research/rmrs/understory/obiwan-app-estimating-property-level-carbon-storage-using-nasas-gedi-lidar

Kellner, J. R., Armston, J., & Duncanson, L. (2022). Algorithm Theoretical Basis Document for GEDI Footprint Aboveground Biomass Density. Earth and Space Science, 10(4), e2022EA002516. https://doi.org/10.1029/2022EA002516

Dubayah, R.O., W. Qi, J. Armston, T. Fatoyinbo, K. Papathanassiou, M. Pardini, A. Stovall, C. Choi, and V. Cazcarra-Bes. 2023. Pantropical Forest Height and Biomass from GEDI and TanDEM-X Data Fusion. ORNL DAAC, Oak Ridge, Tennessee, USA. https://doi.org/10.3334/ORNLDAAC/2298

Qi, W., J. Armston, C. Choi, A. Stovall, S. Saarela, M. Pardini, L. Fatoyinbo, K. Papathanasiou, and R. Dubayah. 2023. Mapping large-scale pantropical forest canopy height by integrating GEDI lidar and TanDEM-X InSAR data. Research Square. https://doi.org/10.21203/rs.3.rs-3306982/v1

Krieger, G., M. Zink, M. Bachmann, B. Bräutigam, D. Schulze, M. Martone, P. Rizzoli, U. Steinbrecher, J. Walter Antony, F. De Zan, I. Hajnsek, K. Papathanassiou, F. Kugler, M. Rodriguez Cassola, M. Younis, S. Baumgartner, P. López-Dekker, P. Prats, and A. Moreira. 2013. TanDEM-X: A radar interferometer with two formation-flying satellites. Acta Astronautica 89:83–98. https://doi.org/10.1016/j.actaastro.2013.03.008

Agradecimientos

Agradecemos al equipo del GEDI de la Universidad de Maryland por el acceso a los datos y la revisión de este informe. En particular, damos las gracias a Ralph Dubayah, Matheus Nunes y Sean Healey.

Cita

Mamani N, Pascual A, Finer M (2024) Estimación del carbono en las áreas protegidas y territorios indígenas de la Amazonia. MAAP: 213

MAAP #211: Vías ilegales y Deforestación en Resguardos Indígenas y Parques Nacionales de la Amazonia Colombiana

Las vías ilegales son una gran amenaza para la Amazonia colombiana, ya que a menudo abren bosques primarios remotos a los principales factores de deforestación: pastos para ganado, acaparamiento de tierras y producción de coca.

Mapa Base. Vías ilegales causando deforestación reciente en el Resguardo Indígena Llanos del Yari- Yaguara II y el colindante Parque Nacional Chiribiquete.

Estos caminos ilegales amenazan áreas protegidas (incluso parques nacionales) y territorios indígenas (denominados Resguardos Indígenas en Colombia).

En 2024, en colaboración con nuestro socio colombiano la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), hemos documentado estos impactos en dos zonas importantes en el corazón de la Amazonía colombiana: el Resguardo Indígena Llanos del Yari- Yaguara II y el colindante Parque Nacional Chiribiquete (ver Mapa Base).

Más destacado, en el Resguardo Indígena Llanos del Yari- Yaguara II, vemos la construcción de una nueva carretera, provocando una deforestación masiva de bosques primarios, tanto dentro como adyacentes al territorio (856 hectáreas en total).

En el Parque Nacional Chiribiquete, vemos la expansión de la deforestación de 64 hectáreas a lo largo de un camino ilegal penetrando el sector noroeste de esta importante área natural protegida.

A continuación, mostramos imágenes de satélite para ambos casos.

 

Resguardo Indígena Llanos del Yari- Yaguara II

Desde el marzo de 2023, se ha construido una nueva vía ilegal de 14 kilómetros en esta zona, de los cuales 5,3 km está dentro el sector noreste del Resguardo Indígena Llanos del Yari- Yaguara II, ubicado en el departamento de Guaviare. Las Figuras 1 y 2 muestran que dicha construcción ha provocado una deforestación masiva: 856 hectáreas, de los cuales 394 ha está dentro el Resguardo, entre solo febrero de 2023 (panel izquierdo) y marzo de 2024 (panel derecho). Esta deforestación es presumiblemente para nuevos pastos para ganado, facilitado por el nuevo camino. Note que la Figura 1 muestra las imágenes de satélite sin marcas, mientras que la Figura 2 agrega marcas para la construcción del camino ilegal y la deforestación asociada.

Figura 1. Deforestación a lo largo del nuevo camino ilegal, sin marcas. Datos: Planet, NICFI.

 

Figura 2. Deforestación a lo largo del nuevo camino ilegal, con marcas. Datos: Planet, NICFI.

 

Parque Nacional Chiribiquete

En el adyacente sector noroeste del Parque Nacional Chiribiquete, la deforestación continúa expandiéndose a lo largo de un camino ilegal existente, conocido como la vía Tunia-Ajaju, ubicado en el departamento de Caquetá. Las Figuras 3-6 muestran la deforestación de 64 hectáreas (56 hectáreas en zona B y 8 hectáreas en zona C) a lo largo esta vía al interior del dicho parque nacional, entre marzo de 2023 (panel izquierdo) y marzo de 2024 (panel derecho). Esta deforestación es presumiblemente para nuevos pastos para ganado, facilitado por el camino. Note que las Figuras 3 y 5 muestran las imágenes de satélite sin marcas, mientras que las Figuras 4 y 6 agregan marcas para la construcción del camino ilegal y la deforestación asociada.

Figura 3. Deforestación a lo largo del nuevo camino ilegal en el Parque Nacional Chiribiquete (zoom B), sin marcas. Datos: Planet, NICFI.

 

Figura 4. Deforestación a lo largo del nuevo camino ilegal en el Parque Nacional Chiribiquete (zoom B), con marcas. Datos: Planet, NICFI.

 

Figura 5. Deforestación a lo largo del nuevo camino ilegal en el Parque Nacional Chiribiquete (zoom C), sin marcas. Datos: Planet, NICFI.

 

Figura 6. Deforestación a lo largo del nuevo camino ilegal en el Parque Nacional Chiribiquete (zoom C), con marcas. Datos: Planet, NICFI.

 

Agradecimientos

Preparamos este informe en colaboración con nuestro socio colombiano la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS).

 

Cita

Finer M, Ariñez A (2024) Vías ilegales y Deforestación en Resguardos Indígenas y Parques Nacionales de la Amazonia Colombiana. MAAP: 211.